Judith Toribio, sinónimo de esfuerzo y disciplina

Cuando uno se enrumba hacia algún lugar de las zonas alejadas a Huánuco, se encuentra con paisajes singulares que para poder observarlos debe caminarse horas y horas sin cesar. En el trayecto, hay muchas niñas que apelan a la caminata para ir a estudiar u otra actividad, de las que tal vez con el tiempo resulte una atleta como Judith Toribio o Thalia Valdivia, dos de las deportistas que ya forman parte de la historia de Huánuco por llegar a la máxima competencia como son los juegos olímpicos.

Precisamente en este artículo, no referidos a Judith Toribio, quien, de muy niña en su natal tierra, Yanas (Dos de Mayo), tuvo que caminar por horas. Cuando cursaba sus estudios secundarios lo hacía por alrededor de diez kilómetros diarios lo que generó en ella una resistencia física para lo que sería su pasión más adelante: el atletismo.

En sus inicios la condujo hasta una Etapa Nacional en los Juegos Escolares. Pero, eso sería solo el arranque de una amplia carrera deportiva.

Hace 15 años, para ser exactos en el 2009, compitió en su primer Campeonato Sudamericano en Ecuador; después se vendrían más, como la Iberoamericana de Maratón en Argentina, donde logró la marca para el Mundial 2011 en Daegu-Corea de Sur; aunque esta competencia, en el país asiático, marcó un antes y un después en su vida, porque en esos momentos perdió a la persona que más amaba en el mundo: su señor padre.

Sin embargo, la fuerza de voluntad, la dedicación y ‘su padre en su corazón’ le permitió que logre el más grande sueño de todo deportista que es clasificar a unos Juegos Olímpicos y lo hizo para Londres 2012, donde logró ubicarse entre los 15 primeros en llegar a la meta.

En el año 2016, fue condecorada como “La Mujer del Año” por el Congreso de la República; además en el 2017, corrió la Maratón de Varsovia en Polonia, donde quedó en el sexto lugar a nivel mundial.

Para cerrar un poco de esta historia sobre la gran Judith Toribio podemos resaltar que en la actualidad viene impulsando el atletismo en las distintas categorías: niños, jóvenes y adultos. Asimismo, viene realizando competencias de alto nivel.

Huánuco fue testigo de cada jornada deportiva que Judith tenía y esto le sirvió para que se gane no solo un lugar en el libro de historia del deporte, sino también un espacio en el corazón de Huánuco que en este 485 la siguen recordando.

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