Los negriamarillos necesitaban ganar para por lo menos forzar los penales, y cobraron por partida doble antes del descanso. Brandt a los 34’ y Maatsen a los 39’ le dieron vuelta a la serie lo que parecía que el resultado ya estaba cerrado.
Para el segundo tiempo, un movimiento de Correa, sobresaliente; mucha más presencia en el campo contrario y ganó un córner que finalizó en un autogol de Hummels. Girado claramente el partido, cuando el Atlético y Simeone sí miraron de verdad de tú a tú al Dortmund en el Signal Iduna Park, Correa fue desbordante. Imprevisible como siempre, capaz de fallar un gol cantado, con un remate horrible ante Kobel, entre la desesperación de su técnico, tirado al suelo, pero también de marcar el 2-2 en el 64 con una volea, tras un rechace, tras una parada de Kobel a Riquelme.
El partido todavía tenía más historia por contar. Y como pasó en todo el partido, otra ráfaga de goles cambió todo: Fülkrug a los 71’ y Sabitzer a los 74’ marcaron para que el Dortmund se ponga en ventaja de nuevo.
Los dos golpes fueron de KO para el Atlético Madrid que no logró recomponerse del 4-2. Oblak salvó el quinto, el equipo rojiblanco insistió hasta el final, pero se quedó ahí. Los alemanes vuelven a las semifinales después de 11 años.