
El Al Hilal saudí, cuádruple ganador de la Liga de Campeones asiática, batió el récord de triunfo más amplio en el Mundial de Clubes con su victoria sobre el Al Jazira por 6-1, un éxito que tuvo sabor sudamericano. Sobre todo con el ingreso y gol de André Carrillo, quien logró el récord para su club en el torneo.
En su segunda participación en el torneo universal -fue cuarto en 2019 tras perder con el Flamengo en semifinales y caer en los penales ante el Monterrey mexicano en la tanda de penaltis en la lucha por el tercer puesto- no solamente ha vuelto a meterse en la lucha por el podio, sino que ha hecho historia.
El resultado supera el 6-2 que logró en 2019 el Esperance tunecino ante el Al-Sadd catarí en la lucha por el quinto puesto y el 5-1 del Monterrey sobre el Al-Ahly egipcio en 2013 por la misma plaza. Superó al Al Jazira en el Mohammed Bin Zayed Stadium de Abu Dabi por un contundente 6-1 que ya ha entrado en los anales, y eso que el conjunto local llegó a adelantarse en el marcador poco antes del cuarto de hora con un tanto del malí Abdoulay Diaby.
Incluso fue elegido mejor jugador del partido. Un gol, una asistencia y cinco disparos jalonaron la magnífica actuación del futbolista de Belo Horizonte, de 25 años, quien partió desde niño a Portugal, a la cantera del Sporting Lisboa y tras jugar en el primer equipo luego pasó por Chaves, el Núremberg alemán y el West Bromwich Albion antes de aceptar el pasado agosto una oferta muy importante del club saudí. Su pase de gol a Mohamed Kanno (m.57) acabó con la resistencia del entusiasta Al Jazira.