La pregunta “¿Hasta cuándo?” sigue rondando en la mente de la fanaticada del Alianza Universidad de Huánuco, que aún no logra celebrar una victoria en casa. La desesperación por salir del fondo de la tabla pesa más que el rendimiento mostrado en el terreno de juego, y la necesidad de un triunfo se vuelve cada vez más urgente.
El pasado viernes, el equipo mostró una mejoría evidente en los primeros 45 minutos, disputando su mejor primer tiempo de la temporada. Generaron tres oportunidades claras de gol: dos remates impactaron en el travesaño y otro fue desviado de manera brillante por el arquero rival. Sin embargo, uno de estos intentos fructificó en el gol de Escobar, desatando la esperanza en las gradas.
Sin embargo, tras el descanso, el equipo cayó en una monotonía preocupante. Las imprecisiones en ataque y en la elaboración de juego comenzaron a dominar el encuentro, permitiendo que Melgar creciera ofensivamente y tomara el control del partido.
El gol del empate llegó tras errores en la salida, agravados por un cambio táctico del entrenador Nifflin Bermúdez, quien decidió sustituir a Tadashi Aoki, que había ingresado al inicio del segundo tiempo, por Omar Vásquez. Esta modificación precedió al penal que cambió el rumbo del partido y dejó a los azulgranas sin margen de reacción.
El panorama para Alianza Universidad es cada vez más complicado. Con solo siete puntos en la clasificación, el equipo se hunde en el último puesto, mientras la victoria de Ayacucho FC ante ADT de Tarma agrava aún más la situación. Su próximo desafío será ante Deportivo Binacional de Juliaca, un partido clave en la lucha por la recuperación.
