Los trabajadores de de la obra del Colegio Illathupa iniciaron una huelga indefinida reclamando el respeto de los salarios conforme al régimen de Construcción Civil, así como la dotación oportuna de adecuados equipos de protección personal y que la planilla de pago sea usada correctamente para el 100% de los trabajadores, informó Sergio Escolástico Jaramillo, secretario general del comité de obra.
Detalló que, aparentemente se generó la subcontratación en la ejecución, lo que motiva que los pagos a los trabajadores se realizan diferenciadamente con cifras menores al régimen de construcción civil, lo que es rechazado, y exigen el pago conforme al detalle establecido en el expediente técnico.
Señaló como ejemplo a un peón de un grupo le pagan a veces 60 soles, otras veces 70 y así hay diferencias inconsistentes que deben ser corregidas de inmediato.
Asimismo, respecto a los equipos de protección personal (EPP), reclamo por la falta de entrega oportuna, además evidencian que la calidad es pésima en polos, zapatos, guantes, pantalones y lentes de seguridad; lo que pone en riesgo la seguridad de los trabajadores durante la ejecución de las tareas que cumplen en las diferentes especialidades de la obra en construcción.
También refirieron que más de la mitad de los trabajadores no reciben sus boletas de pago, poniendo en riesgo sus derechos laborales de seguros de vida y de atención de salud en EsSalud, Conafovicer y otros más, a lo que tienen derecho conforme al régimen de Construcción Civil.
Sergio Escolástico dio cuenta que, la semana anterior cuando llegó el gobernador regional a visitar la obra se encontraban en reunión con inspectores de Sunafil, que entretanto entregaban a los trabajadores los EPPs nuevos como muestra que supuestamente los entregan periódica y oportunamente.
Mientras la mayoría de medios de comunicación entrevistaban a los obreros, tres integrantes del equipo técnico del Consorcio Illathupa (integrado por las empresas Ginnico Ingenieros Contratistas y River Plaza Contratistas), se acercaron a dos periodistas tratando de conminarlos a que se retiren de la obra, pero cuando se acercaron a sus oficinas, cerraron las puertas y se abstuvieron de contrastar las aseveraciones de los denunciantes.
Los trabajadores de la obra desconocen los nombres de quienes ostentan el cargo de ingeniero residente y de ingeniero supervisor, lo que implica el riesgo de suplantación de los acreditados oficialmente.