
Tras la exposición del estado actual de la ciclovía de la ciudad de Huánuco, el gerente de Transportes de la Municipalidad Provincial de Huánuco, Teofilo Loarte, salió al frente y aclaró que hasta que el Ministerio de Transportes no se pronuncie, no aplicaran la Ordenanza Municipal 001-2022MPHCO, la cual dispone que se multe a los vehículos que dañen o circulen dentro de la ciclovía con hasta el 10% de una UIT.
Sobre el estado situacional del circuito de la ciclovía, reconoció que un 80% está deteriorado y, a su opinión, una vez terminado el plazo de prueba se deben retirar los bolardos y las topellantas, ya que actualmente están generando más tráfico del que existía antes de su instalación.
Pero, aclaró que el retiró lo determinará el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, debido a que, fue es institución que consideró a Huánuco en el plan de implementación del “Sistemas de Transporte Sostenible no Motorizado”, llamado ciclovías, con un presupuesto de S/ 409,361.8. Por esa misma razón, Loarte cuestionó que el ministerio no haya realizado un monitoreo y seguimiento al proyecto.
El funcionario manifestó que las ciclovías están en modo de prueba hasta mayo del presente año. Además, refirió que, por temas de presupuesto, si el Ministerio de Transportes y Comunicaciones lo dispone será la Gerencia de Desarrollo Local la que se encargue de hacer las mejoras, tal como lo hizo con la instalación de los bolardos, topellantas y señaléticas.
Como dio a conocer Tu Diario, el presidente de la Asociación de Transportistas Públicos de Huánuco, Evaristo Bueno Tafur y Juan Brioso Sobrado, dirigente del Frente Amplio de Conductores Independientes de Trimoviles (Facitrim), coincidieron en señalar que sería un completo desacierto de las autoridades de continuar con el proyecto, ya que representa un peligro para quien decida usarla, pues ya han desaparecido las señaléticas.
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Bueno Tafur aseveró que las destruidas señalizaciones de la ciclovía pueden provocar accidentes, lo que queda de los separadores instalados en los pisos; pero, en especial, los pernos de más de diez centímetros que colocaron en el pavimento para asegurar los bolardos.