
El asfaltado y mejoramiento integral de la carretera Huánuco–La Unión–Huallanca enfrenta serios retrasos debido a problemas técnicos, un expediente deficiente y el uso de tecnología obsoleta por parte de la empresa china CR20, según denunció el arquitecto Hilder Muñoz Alvarado, exalcalde provincial de Dos de Mayo.
Muñoz señaló que, durante su reciente visita a la provincia, constató que el avance de la obra no se ajusta al cronograma inicial, que preveía su culminación en tres años. Indicó que, mientras en los tres primeros años alcanzó un avance del 40 %, en los últimos tres años apenas ha progresado un 10 % anual. El único tramo significativo, dijo, es el túnel Huactahuaru de 580 metros, en el Tramo III: Tingo Chico–La Unión–Huallanca.
Uno de los principales obstáculos, explicó, son los suelos inestables y los taludes altos que se desintegran con cada lluvia, lo que evidencia la mala calidad del expediente técnico y la inadecuada tecnología empleada por la ejecutora. “Esta obra debió concluir en máximo de cuatro o cinco años, pero a este ritmo tomará unos tres años más”, dijo.
Muñoz también criticó el estado del puente Tingo Chico, donde recién están trabajando los estribos, sin avances en la superestructura. Lo mismo ocurre con los tres puentes entre Tingo Chico y Pachas, que ya se encuentran en la zona pero aún no han sido instalados. Además, señaló que no existe información clara sobre las variantes que se aplicarán en los tramos de Chavinillo, Pachas y otras localidades.
Otro aspecto preocupante, según el exalcalde, son las deficiencias en la construcción de los depósitos de materiales excedentes (DME), también conocidos como escombreras. En algunos casos, estas han generado problemas a los agricultores, como ocurrió en la zona de Pampas (Kichki), debido a su mala ubicación y diseño improvisado.
Muñoz también recordó que hasta el año 2019 existía un comité de fiscalización que funcionó durante la gestión del exalcalde Simeón Vásquez Peña (2015–2018), pero que no fue reactivado por las autoridades posteriores. Esta omisión ha generado una ausencia total de control por parte de la ciudadanía organizada, las autoridades locales y el propio Gobierno Regional, que —según afirmó— no ha emitido pronunciamiento alguno sobre el estado de la obra.