
Los envoltorios de los chifles de arracacha llevan el sello del túnel de Carpish y ha sido bautizado como “Chips Nativos”. Rico en calcio, vitamina A y propiedades curativas, ya está la venta en ferias, bodegas y tiendas para engreír su paladar.
El producto nace a inspiración de tres mujeres emprendedoras, las hermanas Deysi e Inés Ruiz Trinidad, y Jenni Cuchilla Mena; quienes hace tres meses lanzaron a la venta los chifles de arracacha luego de pasar por un procesamiento especial, manteniendo los parámetros de higiene y cuidando el sabor único.
Exactamente, esta historia nace cuando Deysi y sus socias deciden participar de un concurso en el que se daba valor agregado a un producto, resultando ganadoras para recibir equipamiento y asistencia técnica de Foncodes.
Las fabricantes usan guantes, mandiles y gorros. El embolsado y sellado del producto es impecable. Las inventoras de estos alimentos disponen de una moderna chiflera industrial, anaqueles y otros utensilios para el secado y almacenamiento del producto.
Basta darse una vuelta por el distrito de Chinchao para deleitarse de su sabor incomparable.
La arracacha de fino almidón, tiene propiedades para combatir la anemia y fortalecer los huesos, y puede ser consumido por placer o para acompañar fiestas y otras ocasiones de entretenimiento.
Conocido es que la siembra de la arracacha no demanda inversiones mayores y se cultiva desde Ecuador hasta Bolivia, inclusive en Brasil, donde se comercializan suplementos alimenticios a base de este preciado producto de origen andino.
Las creadoras de esta variedad de chifles están adscritas a la página Snack Nutri, su número telefónico: 901 906 388. Actualmente el centro de producción se encuentra en Chinchao (Mayobamba) en plena carretera Central de Huánuco a Tingo María. También elaboran similares de pituca, plátanos y camote (Cortesía Gorehco).