
El ministro de Educación, Ricardo Cuenca, anunció que desde el lunes 19 de abril, un primer grupo de 17,778 escuelas de zonas rurales y 80 Centro de Educación Básica Especial (CEBE) que representan el 16% de las instituciones educativas de educación básica del país, retornarán a clases presenciales en forma gradual. Estos planteles están ubicados en Huánuco, Cajamarca, Loreto, La Libertd, Puno y Amazonas.
Señaló que, según la distribución de los colegios habilitados a nivel de cada departamento, los que cuentan con una mayor proporción de colegios habilitados son Amazonas (44.6 %), Huánuco (37.6 %), Loreto (37.4 %), San Martín (29.6 %) y La Libertad (28.3 %).
Indicó que la decisión es parte del retorno gradual a clases presenciales que dispone el Ministerio de Educación, considerando que estas seis regiones son la que tienen mayor concentración de instituciones educativas en zonas rurales del país.
En total serán, como máximo, el 7.8 % de los estudiantes (633,862) y el 10% de los docentes (52,619) del país los que se encontrarían en estas 17,778 instituciones educativas habilitadas para retornar a la presencialidad, agregó. En tanto en los CEBE autorizados que funcionan en las zonas urbanas de las referidas regiones, hay 1045 estudiantes.
Precisó que, aparte de este grupo de instituciones educativas, de momento ninguna colegio de zona urbana vaya atender en forma presencial. Adelantó que probablemente luego del 21 de mayo, haya una nueva decisión respecto al retorno gradual de clases presenciales, dependiendo de la situación como se desenvuelve la pandemia del covid-19.
“Sin embargo, esto no significa que todos estos colegios inicien las clases presenciales, ya que la habilitación es solo el primer paso de la ruta para la apertura. Luego de esto, los colegios deben asegurar condiciones de bioseguridad, así como la conformidad de la comunidad educativa incluidas las familias, para tener la condición de aptos y poder reanudar las clases con algún grado de presencialidad”, precisó.
Asimismo, explicó que los colegios deben seguir cinco pasos para determinar si están aptos para ofrecer el servicio educativo. Estos pasos, que se ejecutarán en dos semanas, son revisión de las condiciones de contexto, consentimiento de la comunidad, acondicionamiento de bioseguridad, elaboración de un plan de implementación y la apertura del servicio con algún nivel de presencialidad a partir del 19 de abril.
Cuenca dijo que para la identificación de estos colegios se ha diseñado un modelo de focalización que busca reducir el riesgo de propagación del COVID-19, reconoce las características geográficas y territoriales de nuestro país y que se basa en la evaluación del cumplimiento de condiciones de contexto (epidemiológicas y territoriales), condiciones de bioseguridad y condiciones sociales.
Anotó que las condiciones contextuales son evaluadas a nivel del distrito en el que se ubica la oferta educativa, mientras que las condiciones de bioseguridad y sociales se evalúan al nivel de la escuela. Estas últimas condiciones implican que los padres de familia y la comunidad están de acuerdo con el retorno a un nivel de presencialidad.
“La escuela que cumpla con las condiciones de contexto se encontrará habilitada, la que cumpla además de las condiciones de contexto, con las condiciones de bioseguridad y sociales, se encontrará apta para prestar el servicio educativo con algún grado de presencialidad, y las que no se encuentren aptas, continuarán con el servicio educativo a distancia”, afirmó.
Cuenca señaló que también se está priorizando a estudiantes con necesidades especiales, en particular los que se encuentran estudiando en Centros de Educación Básica Especial (CEBE), algunos de los cuales están en zonas urbanas. A nivel nacional estarían habilitados 786 CEBES, de los cuales 691 se encuentran en zonas urbanas y 95 en zonas rurales.
En estos casos, la condición es que los distritos en los que están ubicados los CEBE no se encuentren en zonas con aislamiento social obligatorio o no se haya considerado a los departamentos en los que se encuentran como de riesgo “extremo”.
Finalmente, el ministro indicó que es de resaltar que este es un proceso flexible, seguro, voluntario y gradual, y por ende es muy dinámico en razón de la variación de los indicadores epidemiológicos o sanitarios, por lo que contempla un monitoreo permanente desde el Minedu, las DRE, UGEL e IIEE, a fin de adoptar decisiones oportunas en busca del bienestar de la comunidad educativa.