Por Juan Carlos Barreto Mendez*
Un valioso aporte a la humanidad , esperemos sigamos cumpliendo las recomendaciones impartidas (distaciamiento físico, higiene de manos, higiene respiratoria – uso de mascarillas)… Tenemos que replantearnos como seres humanos, como personas vulnerables ante la enfermedad, como seres humanos creados a la imagen y semejanza de Dios… Los científicos fueron instrumentos de Dios y nuevamente nuestro Padre Celestial nos regala la oportunidad de seguir viviendo con la vacuna de Oxford, de alta seguridad (efectos adversos no reportados), genera inmunidad, quizás eficaz/ efectiva (se probará su potencia), FASE 1/2.
Sin embargo, de lo que estoy seguro es que hay un reto, crear una nueva sociedad, y no lo haremos dependiendo de políticos y gobernantes corruptos y sin escrúpulos, despertemos y tengamos la convicción que el cambio está en nosotros y él éxito se cobija en cada acción que nos permita lograr ése objetivo, no nos dejemos encantar con esas personas que no tuvieron el más mínimo remordimiento de planificar acciones que les permita ganar dinero a costas de la muerte de muchos, sabiendo y advirtiendo que la atención sería aún TARDÍA, y no tuvieron ningún reparo en continuar con su macabro plan.
Lamento mucho las pérdidas de tantas personas (pacientes y compañeros de trabajo) y nosotros el personal de salud (no los que trabajan en gabinete, con reuniones en espacios aislados), los que trabajamos dando la cara al virús, seguimos luchando contra éste maldito virús brindando sin condición nuestra vida, propositividad, empatía y profesionalismo a nuestros asegurados, qué irónicamente pueden ser nuestros compañeros de trabajo, y hasta nosotros.
De lo que si estoy seguro, es que dormimos tranquilos como muchos de los que conformamos el equipo de EsSalud, quizás ahora con mal estado de salud, pero bien del espíritu, convencidos de haber realizado una labor por nuestro prójimo… Dios nos ha regalado la oportunidad de servir con nuestros talentos, escogió a sus mejores guerreros para hacer frente ésta pandemia, estoy tan seguro que nos colocó en el lugar indicado, para sentir y transmitir a nuestros pacientes, a través del acompañamiento, brindándoles la paz, confianza, esperanza, sujetando sus manos diciéndoles «qué de estás sales», cuando mis compañeros y amigos: médicos, enfermeras, técnicos de enfermería y sus familiares, y familiares de nuestros pacientes, que están restringidos de acompañarlos estando tan cerca y a la vez tan lejos, o están a mucha distancia en otras regiones, y nosotros sin pedirlo y quizás sin merecerlo somos instrumentos de su tranquilidad, asimismo, enfrentar la muerte es de una congoja enorme, ver como se apaga la vida de alguien, es muy lamentable, muy frustrante, muy doloroso, y me sigo y seguiré preguntando: Porqué en las manos de unos simples mortales, depende nuestras vidas y su futuro?.
«La luz al final del túnel», no es creer que la solución está en la vacuna, no nos sigamos equivocando, la «luz al final» es que la humanidad, sea consciente que tiene mucho que revalorar, replantear y el cambio que se avecina a consecuencia de la experiencia acontecida, rescatando lo positivo sea conservado al máximo, como un estilo de vida ahora más que obligatorio, que recaerá en el equilibrio biopsicosocial y ambiental conducente a la mejora de la calidad de vida y al cuidado de nuestro planeta mediante el desarrollo sustentable, respetando nuestra naturaleza y toda especie viva o inanimada que reside en ella..!!
*Médico cirujano… y un ser humano vulnerable como todos.