El Hospital Regional Hermilio Valdizán Medrano enfrenta una crisis económica y financiera. Fernando Amblódegui García, actual director ejecutivo del nosocomio, explicó que desde que terminó la gestión del Dr. Víctor Espíritu en 2021, no se ha gestionado un presupuesto actualizado que responda a las necesidades del moderno hospital.
Amblódegui García indicó que el presupuesto asignado al nosocomio sigue siendo limitado y no refleja los cambios significativos en infraestructura, equipamiento y personal necesarios para atender la demanda creciente. Comparado con el antiguo hospital o el hospital de contingencia, la necesidad actual se ha multiplicado.
El moderno equipamiento del hospital requiere un presupuesto anual muy alto, de al menos 1.7 millones de soles, para su mantenimiento. En caso de necesitarse el cambio de componentes, los costos aumentan y esto no está presupuestado anualmente, generando graves problemas para garantizar el funcionamiento adecuado de los equipos. Las empresas especializadas deben realizar el mantenimiento, pero sin los fondos necesarios, esto se dificulta.
Refiriéndose a la problemática del hospital, Amblódegui aclaró que los equipos de Rayos X en el local de La Esperanza (ex contingencia) no han colapsado, como se informó erróneamente, solo se sobrecalentaban debido a la fluctuación de la electricidad.
Negó rotundamente los rumores de que, ante la falta de equipos, se contrate el servicio a centros médicos en la periferia del hospital, que pertenecerían a personal del nosocomio. Afirmó tajantemente que, como médico huanuqueño y director ejecutivo, no permitirá ese tipo de contrataciones, y que conoce bien lo que ocurre a su alrededor.
También reconoció que faltan recursos económicos para pagar a los médicos especialistas. Los sueldos en Huánuco son menores que en otras partes del país, lo que provoca renuncias y plazas vacantes, ya que no se ofrecen sueldos competitivos.
Finalmente señaló que la falta de partidas presupuestales ha llevado a la reducción de la cantidad de profesionales de salud contratados, lo que genera un déficit en la oferta de atención de salud.