La Catarata Honolulu, situada a solo 22 kilómetros de Tingo María, se ha convertido en un atractivo turístico muy visitado. El acceso a este paradisíaco lugar combina un trayecto en auto de 30 minutos y una caminata de aproximadamente 15 minutos, rodeada por la exuberante vegetación de la selva alta.
Noly Penadillo Berrueta, coordinadora de la Dircetur Tingo María, ha indicado que trabajaron en coordinación con la municipalidad de Mariano Dámaso Beraún para garantizar la accesibilidad y optimizar la señalización en los senderos. Además, en la sensibilización de los administradores de recursos turísticos para mejorar la infraestructura y garantizar que sea adecuada para los visitantes.
«La Catarata Honolulu es conocida por el deporte de aventura, pero también recibe a adultos mayores y niños que buscan disfrutar de sus pozas naturales», mencionó.
Para mantener los accesos limpios y en buen estado, las autoridades han implementado la instalación de códigos QR que facilitan la obtención de información turística. Estos códigos incluyen datos sobre atractivos, hoteles, restaurantes y rutas en Leoncio Prado.
La Catarata Honolulu ofrece una experiencia única para sus visitantes, quienes pueden explorar sus siete cascadas y pozas naturales. Entre ellas destaca la última caída, con una altura de 80 metros, que representa un desafío para los amantes de la aventura. Aquellos que alcanzan la cima pueden disfrutar del «jacuzzi del Chullachaqui».
El entorno de la catarata tiene un clima cálido y húmedo, con temperaturas que oscilan entre los 22 °C y 29 °C, ideal para actividades recreativas. Las aguas que nacen en las montañas Puma Ringri ofrecen paisajes imponentes.
La Catarata Honolulu no solo destaca por su belleza natural, sino también por el compromiso de las autoridades locales con la promoción del turismo sostenible y el desarrollo económico de la provincia de Leoncio Prado.
