
El Ministerio de Cultura, a través del Viceministerio de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, declaró Patrimonio Cultural de la Nación a la danza Qarachaywanka, expresión tradicional de los pueblos originarios del distrito de Quivilla, en la provincia de Dos de Mayo, región Huánuco. La declaratoria se formalizó mediante la Resolución Viceministerial N.º 000158-2025-VMPCIC/MC.
Según detalla la resolución, el término “qarachaywanka” hace referencia a guerreros expertos en el uso del garrote, encargados de capturar y devolver a la comunidad a quienes incumplían sus compromisos colectivos. Estos personajes también velaban por el orden y la seguridad durante las festividades tradicionales de Quivilla.
La danza es ejecutada por cuatro personajes: un capitán y tres pampas, quienes representan simbólicamente a los cuatro barrios de Quivilla, sus antiguos pueblos, los puntos cardinales, las estaciones del año, los elementos cósmicos y otros aspectos de la cosmovisión andina.
Los danzantes visten un sombrero blanco de paja o lana de carnero, adornado con cintas rojas y negras. Sobre la cabeza llevan un pañuelo rojo de seda o poliseda, que asegura la tira de la máscara. Sobre los hombros portan dos mantillas —una roja y otra celeste— decoradas con espejos en forma de estrella e inscripciones propias de la tradición.
La vestimenta, predominantemente blanca, resalta los elementos principales del atuendo: la máscara, el sombrero, el garrote y el broquel. Los danzantes usan guantes blancos que aportan elegancia y firmeza al manipular el garrote. Además, llevan cascabeles metálicos de cobre o bronce sujetos bajo las rodillas, que producen un sonido rítmico al compás de sus pasos, y zapatillas de cuero de vaca pintadas en tonos rojo y celeste con pigmentos naturales.
La máscara, tallada artesanalmente en madera de aliso rojo, está pintada de celeste en el lado izquierdo y rojo en el derecho. En ella se representan una lagartija (lado derecho), una serpiente (lado izquierdo) y un sapo en la quijada, animales considerados protectores de la comunidad de Quivilla. El garrote y el broquel que portan los danzantes refuerzan el carácter guerrero de la danza, al simbolizar armas de ataque y defensa.
La resolución viceministerial encarga a la Dirección Desconcentrada de Cultura de Huánuco la elaboración de un informe quinquenal sobre el estado de conservación de esta expresión cultural. Este informe permitirá registrar y actualizar los cambios, riesgos y condiciones que puedan afectar la vigencia de la danza, con el objetivo de implementar medidas de protección y salvaguardia.
Entre las amenazas identificadas, se destaca la débil transmisión intergeneracional de la danza, por lo que se propone desarrollar estrategias de sensibilización dirigidas a niños y jóvenes.