Danza Kawrinus de Acomayo fue declarado patrimonio cultural de la Nación

El Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación a la danza Kawrinus de Acomayo, capital del distrito de Chinchao. Este baile forma parte de la tradición local del carnaval, entre los meses de febrero y marzo

Se trata de una expresión de la identidad distrital, y una representación de un importante capítulo de la historia de la región. Además, es un vehículo para la conservación de una tradición musical local.

Es una representación del arreo de toros por pobladores de las zonas altas, conocidos como kawrinus, en alusión a los arrieros provenientes del distrito de Cauri de la provincia de Lauricocha que trabajaban originalmente en las haciendas de Pachachupan y Cochas Chico, a kilómetro y medio de la actual Acomayo.

La fuerza de estos arrieros, y algunas de sus costumbres relativas al ganado, hizo que la población urbana de Acomayo y Huánuco los viera como un grupo muy diferenciado. La tradición oral refiere que Silverio Esteban, originario de Cauri y que operaba como capataz en la hacienda Cochas Chico, es quien habría traído a Acomayo esta costumbre a fines del siglo XIX.

La danza es interpretada por comparsas conformadas por un conjunto de bailarines que representan a una serie de personajes: tres o cuatro kawrinus o shukus, quienes hacen de arrieros; un torero, persona que interpreta al toro, llamado también wachitoro o toro bravo; una laceadora, quien controla al toro con un lazo; la chakwan o abuela, propietaria del toro, interpretada por una mujer de edad; y un conjunto de cantoras conformado por una capitana y dos pallas, quienes interpretan las canciones que acompañan cada acto de la comparsa.

La vestimenta de los kawrinus hace referencia al origen rural de los arrieros, aunque ha tenido ciertas transformaciones. El tocado es un sombrero de paja de ala ancha, de origen norteño; un saco grande y usado, que sustituye al antiguo saco de cordellate de lana negra de carnero propia de las zonas de altura de Huayhuash, de donde se supone provienen los kawrinus. Uno de ellos lleva un saco de terno que deja ver cuando hacen de abogados, llamado por ello shuku tintirillo.

Los pantalones, antiguamente de bayeta de lana negra de carnero, son actualmente de vestir, sujetos a la cintura con una faja o wachku, normalmente tejida de lana blanca o en su defecto de cuero. Para los pies, jotas de cuero; actualmente llevan zapatos viejos de vestir o botas de caña alta. Siempre llevan una bolsa pequeña llamada wallki colgando del hombro izquierdo, un pito, y un cuerno de toro para el sacrificio. Para arriar al toro, una reata (látigo).

El torero es interpretado por un hombre que carga encima una figura de toro, hecha con un armazón de madera, con cuernos reales y adornado con cintas, haciendo siempre la simulación de un toro bravo que amenaza con embestir a los kawrinus y al público.

El traje de las mujeres de la comparsa recuerda en su mayor parte la vestimenta tradicional de la región oriental de la ceja de selva de Huánuco. Todas llevan un conjunto compuesto por falda negra o azul y blusa blanca o de color claro. La laceadora lleva falda azul, y una cata o manto multicolor de castilla, y una manta blanca sobre la cabeza.

La chakwan usa falda negra y también luce una cata, pero lleva en cambio un sombrero de paja, una manta blanca anudada en banderola sobre el hombro derecho, formando un saco en el cual llevar cosas, una chompa, zapatos cerrados, y porta una canasta de paja. La capitana y las pallas llevan falda negra, manta blanca cubriendo la cabeza y otra atada sobre el hombro izquierdo, en cambio calzan sandalias. Para acompañar sus cantos portan en la mano izquierda tinyas diminutas.

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