Cueva de las Lechuzas luce nuevos balcones suspendidos para recibir a turísticas

Luego de culminar el proceso de mantenimiento y renovación de los balcones suspendidos, la Cueva de las Lechuzas, el principal atractivo del Parque Nacional Tingo María, reabrió al turismo con una infraestructura mejorada para una mayor comodidad de los visitantes que llegan al área natural protegida ubicada en la provincia de Leoncio Prado.

El jefe del Parque Nacional Tingo María, Luis Flores Cordero, declaró para la Agencia Andina que desde la reapertura de la Cueva de las Lechuzas, el pasado 4 de marzo, los turistas están retornando en gran número para conocer la gruta, que alberga a una colonia de unos 5 000 guácharos, además otras especies de fauna como golondrinas, murciélagos.

Explicó que luego de diversos estudios, se determinó renovar los balcones suspendidos, que antes eran de madera por otro cuya composición es de plástico reciclado y aserrín y que son más amigables con el ecosistema. El costo del cambio de los balcones es de 680 000 soles, recursos proporcionados por la iniciativa Patrimonio Natural del Perú (PDP).

«Para la renovación de los balcones suspendidos – el proceso demandó dos meses- se ha utilizado WPC que es un material reciclado de plástico con aserrín, que semeja a la madera y tiene una duración entre 15 a 20 años, por tanto el costo es menor para su mantenimiento y además, de esa manera contribuimos con el medio ambiente», manifestó.

Indicó que con la anterior estructura de madera, su deterioro, por el alto tránsito de personas además del sol y la lluvia, era más rápido y el mantenimiento era cada año.

Cordero Flores destacó la importancia de los balcones que permite a los visitantes una estadía más segura, ordenada y cómoda, que evita que las personas no solo transiten por zonas distintas y salgan del sendero, sino también el pintado de las estalactitas y estalagmitas que conforman las paredes de la Cueva de las Lechuzas.

«Además de caminar libremente fuera del sendero establecido, pueden llegar hasta una sala -que está más abajo del nivel por donde se ingresa-, resbalar por la humedad del terreno y perderse; es decir, los balcones representan seguridad para los visitantes», anotó.

«Ahora tenemos mayor seguridad y comodidad para los turistas para que visiten y conozcan no solo la Cueva de las Lechuzas sino también otras maravillas del Parque Nacional de Tingo María como su fauna, flora, cataratas y ríos además también de la comida y los jugos naturales del lugar», remarcó Luis Flores.

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