
El Órgano de Control Institucional (OCI) de la Municipalidad Provincial de Leoncio Prado ha revelado una serie de deficiencias técnicas y administrativas en la ejecución del proyecto “Mejoramiento de los servicios recreativos y culturales en la Alameda Perú de Tingo María”. Así lo señala el Informe de Hito de Control N° 013-2025-OCI/0402-SCC, publicado recientemente en el portal de la Contraloría General de la República.
La inspección realizada por el OCI tuvo como objetivo verificar si el proceso de ejecución y supervisión de la obra se ajusta al contrato principal, expediente técnico, adicionales de obra y normativa vigente. Sin embargo, el informe advierte múltiples situaciones irregulares que comprometen la calidad, funcionalidad y transparencia del proyecto.
Entre las principales observaciones figura el deterioro prematuro de las pérgolas y sillas de descanso, que no fueron barnizadas adecuadamente. Las estructuras presentan deformaciones, agrietamientos y desgaste del barniz, lo que pone en riesgo la durabilidad de la madera expuesta a las condiciones climáticas de la zona tropical. Ni el Consorcio Supervisor Jesús de Nazaret ni el Gobierno Regional Huánuco advirtieron esta situación al contratista.
Asimismo, se detectó que el Gobierno Regional aprobó la deducción de partidas correspondientes a la construcción de rampas vehiculares y cruces peatonales en los jirones Callao, Cayumba y José Prato, afectando la accesibilidad para personas con discapacidad. Pese a ello, se mantuvo la partida de “construcción de bolardos tipo I”, que ya no cumplía su función, generando pagos innecesarios.
Otro punto crítico fue la aprobación del programa de ejecución y calendario valorizado sin considerar el avance correspondiente a diciembre de 2024, lo que derivó en la inaplicación de penalidades tanto al contratista como al supervisor. Además, se constató que la estructura denominada “Corona del Tulumayo” carece de diseño y memoria de cálculo estructural, comprometiendo su seguridad y funcionalidad.
El informe también señala el pago por metrados no ejecutados en la partida de suministro e instalación de bolardos tipo II, así como deficiencias en el almacenamiento de materiales, falta de limpieza, cableado expuesto, postes sin luminarias y otros problemas constructivos que afectan la calidad y seguridad de la obra.
Finalmente, se advierte la ausencia del personal clave propuesto por el contratista y la supervisión, así como la participación simultánea del supervisor en otras obras, lo que vulnera los términos contractuales y afecta el control técnico del proyecto.
La Contraloría exhorta a las autoridades competentes a tomar medidas correctivas inmediatas para garantizar la adecuada ejecución de la obra y evitar perjuicios al Estado y a la ciudadanía.