Con romería recuerdan 35 años del ataque terrorista a una patrulla militar en Atahuayón, Ambo

Licenciados del Ejército, familiares, amigos y sobrevivientes del ataque terrorista ocurrido el 12 de febrero de 1988, ayer, llegaron a sector Atahuayón, distrito de Huacar, provincia de Ambo para participar en una romería recordando los 35 años de la muerte de nueve integrantes de la compañía B al mando del Teniente de Caballería, Edmundo Miranda Garay.

Con un minuto de silencio, los asistentes recordaron lo ocurrido con la patrulla integrada por 23 jóvenes que regresaban a su base después de cuidar las maquinarias del entonces CORDE Huánuco en el poblado de Viroy. Después de dos días cuando regresaban a su puesto de comando, en la zona de Cochachinche, los soldados habían apoyado a los pobladores cuyas viviendas fueron inundadas con la crecida del río Huertas.

A las 9:00 de la mañana de aquel 12 de febrero a bordo de un vehículo Unimog, la patrulla ‘Miranda’ de la Base Contra Subversiva n° 314 pasaba por la zona de Atahuayón, donde la carretera estaba llena de lodo por la lluvia, hecho que fue aprovechado por los senderistas para colocar minas de gran poder explosivo y justo cuando pasaban por el lugar explotó, haciendo volar por los aires a los ocupantes y el vehículo quedó hecho un amasijo de fierros retorcidos.

Nueve soldados murieron en el acto, 15 lograron sobrevivir y fueron ellos los que repelieron el ataque, mientras que otros a bordo de vehículos fueron a la base Contrasubversiva en Ambo para informar de lo que había pasado. El cuerpo del Sargento Reenganchado Ananías Vargas Bueno llamado por sus amigos como «Firish» no fue ubicado, por lo que presumen que tras la explosión habría caído al río Huertas que estaba crecido y fue arrastrado.

Fallecieron en el cobarde ataque el teniente EP Edmundo Miranda Garay, el suboficial de segunda Hugo Duran Erazo, el sargento segundo Ananías Vargas Bueno, el cabo Olinder Segundo Rodríguez, los soldados cuyas edades oscilaban entre los 17 y 18 años Andrés Suárez Huamán, Gidel Jaramillo Igarza, Noé García Castro, Elmer Aguirre Elías y Carlos Vásquez Gómez.

Y los que sobrevivieron son: sargento segundo EP Ali Hurtado Álvarez, los cabos Eliot Mejía Ojosi, Raúl Cierto García, Lobell Matos Falcón, Pedro Sajami Muñoz, Javier Ursula Vela y Wilder Herrada Santamaría; los soldados Ezequiel Pardavé Agüero, Gumercindo Rojas Huerto, Abimael Francisco Paredes, Marcos Valerio Cervantes, Maximiliano Lorenzo Rojas, Lorgio Ambrosio Alvarado, Josué Valentín Córdova, Abel Bernardo Cárdenas, Floriano Janampa Falcón y Antonio Falcón Pio.

TESTIMONIO. “Un día como hoy fuimos sorprendidos por los terroristas, nos minaron el camino, estábamos regresando de Viroy, donde cuidamos la maquinaria del CORDE Huánuco. Era una mañana lluviosa como hoy, había llovido toda la noche y toda la carretera estaba barro, yo viajaba en la tolva con música y producto de la explosión quede inconsciente al borde del precipicio. Cuando recobré el conocimiento, porque al principio creí que estaba borracho, al ver la escena me di cuenta que nos habían minado y es donde empezamos a recuperar las armas”, declaró para radio La Poderosa, Wilder Herrada, uno de los 15 soldados que lograron sobrevivir.

Asimismo, dijo que mucha gente desconoce lo que el Perú vivió los años 1980 al 2000, donde el terrorismo llegó a cada pueblo y gracias a su entrega pudieron combatir con sangre y dolor de jóvenes de 16, 17 y 18 años, por lo que pidió no volver a repetir la historia.   

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Pese haber transcurrido 35 años de aquel ataque, los soldados que sobrevivieron siguen en el anonimato olvidados por los gobiernos de turno.

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