En cada campaña electoral les prometieron la ejecución de las carreteras que necesitan para el desarrollo del turismo y de sus pueblos, pero como los políticos incumplían, mediante reiteradas faenas comunales los coyllarbambinos en el distrito de Tantamayo, ya ejecutaron más de la mitad de una vía de 22 kilómetros a la sorprendente laguna de 24 islotes. Apelando a prácticas ancestrales del ‘ayni’ o ‘tumanacuy’ (ayuda mutua), se unieron las otras localidades vecinas.
Pese a que el turismo es la industria más golpeada como consecuencia de la pandemia por el Covid-19, los comuneros del centro poblado de Coyllarbamba, distrito de Tantamayo, provincia de Huamalíes, tienen la esperanza que esta actividad económica será el motor de su desarrollo; por lo que tras juntar colaboraciones de víveres y herramientas, más de una centena de comuneros construyen una carretera de aproximadamente 22 kilómetros, que va desde esta localidad hasta la laguna Tecllo, que tiene como principal atractivo alrededor de 24 islotes naturales, donde se crían aves migradoras de distinta especie, además de contar con una zona arqueológica denominada Puñospa Marca y otro lago: Jaracocha.
El presidente de la comunidad campesina, Roger Ramírez Mallqui y el alcalde del centro poblado Nincol Aponte Sudario, contaron a Desde la Torre (blog), que se cansaron de las reiteradas promesas políticas de construir las carreteras que impulsarán el desarrollo del turismo y actividades productivas, por lo que tras la propuesta de Roger de abrir la trocha carrozable a pulso, su comunidad le respaldó.
Primero, dice él, intentó gestionar la vía mediante inversión pública, llegando a informarse que se tenía que desarrollar un trámite largo y burocrático desde la elaboración del perfil y finalmente la licitación de la obra, que tomaría muchos años, tan igual como esperar que las promesas de los candidatos se hagan realidad.
Ya el año pasado, ante la iniciativa de una familia que abría la carretera para hacer llegar solo hasta su casa, los habitantes del caserío de Shucsha, dijeron: ¿Por qué no nos unimos todos y lo hacemos hasta el mismo pueblo? Efectivamente, a pulso construyeron siete kilómetros de la vía, permitiendo el acceso de materiales para la empresa que ejecutaba una obra de saneamiento básico en la zona, a cambio recibieron víveres de la constructora para las faenas.
Con esa experiencia se decidieron continuar la apertura con dirección a Tecllo, que tiene una longitud de 22 kilómetros desde Coyllarbamba, sin ningún trazo ni plano profesional de algún ingeniero, solo guiados por la intuición.
Solo la roca los parará
Al emprendimiento de los coyllarbambinos se unieron los comuneros de Pampa Florida, también San Pedro de Pariarca y posiblemente mismo Tantamayo, quienes de acuerdo a la práctica ancestral del ‘Tumanacuy’, se unen todas las comunidades para ayudarse mutuamente en alguna labor en bien del pueblo. Sin embargo, hay barreras naturales infranqueables solo para la fuerza de los pobladores.
“Creo que vamos a pedir apoyo. Yo sé que podemos tocar sus buenos corazones de nuestros gobiernos, como la región, que nos puede apoyar. Ya no podemos dejar en la mitad, por el más rocoso está cerca de la laguna. Yo sé que nuestras autoridades, como padres del pueblo, nos apoyarán”, manifestó sus esperanzas Roger Ramírez, ya que la zona conocida como Aucarpaj les detendrá pues es un cerro rocoso difícil de abrirse paso solo con barretas o picos por lo que requerirán la intervención de otras instituciones especializadas en voladura de rocas.
Quizá esa unidad para las labores en bien de la comunidad es la diferencia de Tantamayo, que pese a ser pequeña, se distingue como un distrito más desarrollado en comparación a sus vecinos que son grandes y manejan mayor presupuesto municipal. En ese sentido el alcalde del centro poblado, Nincol Aponte, agradeció a sus vecinos por unirse a su emprendimiento, logrando que al menos 200 personas, entre hombres y mujeres, ancianos y adolescentes provistos de picos, palas y barretas se abran paso por los agrestes cerros de esta puna. Gran cantidad de mano de obra, con más o menos doce mujeres en la cocina, que algunas veces han hecho que la comida no alcance para todos los hambrientos y agotados faenantes, hacen posible la realización de este sueño.
Por la colaboración de sus residentes coyllarbambinos en Huánuco, Lima, las dos autoridades, Roger y Nincol, agradecieron infinitamente por sumarse con sus aportes económicos. Subrayaron el respaldo que recibieron del alcalde provincial Ricardo Tello, que les donó herramientas y víveres, así como la ayuda de la comuna distrital, dirigido por Eliseo Amante.
Aponte, reiteró el pedido de apoyo para abrirse paso por la zona rocosa, que será el único tramo, a poco de llegar a Tecllo, que les detendrá.
Los otros objetivos
Si bien es cierto que la principal meta de los comuneros, al construir la carretera, es promover el turismo, también tienen otros propósitos. Ya que en la zona hay amplias zonas cultivables que están abandonadas debido a la distancia. Tiene en la mira producir maca, que resultó muy fructífero en las pruebas que hicieron. También están tras la crianza de truchas en las dos amplias lagunas, Tecllo y Jaracocha.
No obstante, a algunas barreras infranqueables de la naturaleza, adelantaron que las comunidades de Pampa Florida y Coyllarbamba, tienen previsto construir a mano otra carretera que una a estas dos localidades, donde pese a ser cercanos no tiene una vía que los una directamente (Cortesía Yonel Rosales).