Hasta el mes de agosto del presente año, han registrado oficialmente 23 incendios forestales en el departamento de Huánuco, según el reporte del Centro de Operaciones de Emergencia Regional – COER Huánuco.
No obstante, desde diversas provincias y distritos reportaron que, desde los primeros días del presente mes, ocurrieron nuevos de estos hechos que aún no han sido registradas por las respectivas municipalidades. Esto se debe a que los siniestros ocurren en zonas muy alejadas de las capitales distritales o, en algunos casos, a la falta de capacidades institucionales, como sucede en comunidades de distritos de Kichki.
El informe oficial del COER Huánuco, elaborado con información proporcionada por las áreas de Gestión de Riesgos de Desastres, detalla que las emergencias afectaron un total de 69 hectáreas de cobertura natural —entre áreas dañadas y perdidas— en 15 distritos del departamento.
Los distritos afectados, son: Amarilis, Huánuco, Churubamba, Kichki y San Francisco de Cayrán (provincia de Huánuco); Ambo, Conchamarca, San Rafael y Tomaykichwa (Ambo); Aparicio Pomares y Choras (Yarowilca); Huacrachuco (Marañón); Jacas Grande y Tantamayo (Huamalíes); y Yuyapichis (Puerto Inca).
Luigui Vidal Veliz, director de la Oficina Regional de Gestión de Riesgos de Desastres, señaló que, en comparación con lo ocurrido en el año 2024, las cifras han disminuido considerablemente. En ese año registraron más de 300 incendios forestales que causaron daños a miles de hectáreas de cobertura natural y terrenos agrícolas, muchos provocados de manera irresponsable por pobladores, como se evidenció en diversos casos.
Indicó además que la situación actual responde a factores climatológicos, ya que no reportaron incrementos significativos de la temperatura diurna en la sierra, lo cual ha contribuido a evitar la propagación del fuego.
Indicó que viene coordinando con funcionarios y servidores municipales de los gobiernos locales la programación de jornadas de capacitación y sensibilización dirigidas a la población, con el objetivo de erradicar prácticas ancestrales como la quema de rastrojos.







