Enrique Pulgar, un ciudadano reconocido por su profunda sensibilidad social y su incansable compromiso con las causas humanitarias, realizó una labor verdaderamente encomiable en el distrito de Churubamba. Con un corazón generoso y una visión clara de la necesidad de apoyo a los sectores más vulnerables de la sociedad, ha centrado sus esfuerzos en asistir a parejas de ancianos que viven en condiciones de pobreza extrema.
El distrito de Churubamba, es una zona que enfrenta múltiples desafíos económicos y sociales, es allí en el barrio Vilcaragra, donde ubicaron a los ancianitos Maurelio Aliaga Gallardo de 77 años y Cecilia Pérez Martínez de 118 años de edad, quienes están al cuidado de su hija Carmelina Gallardo Pérez de 52 años.
La longevidad y la pobreza extrema son problemas persistentes que afectan gravemente a la población anciana, dejándolos en una situación de gran desamparo. Sin embargo, hay entidades como la ONG Elite que logra visibilizar el problema para llevar ayuda, como en el presente caso.
La comitiva encabezada por Enrique Pulgar tuvo que hacer viaje para entregar pañales, abrigos, camas, colchones y edredones para que puedan tener comodidad y dejar atrás las dificultades al hacer uso de su descanso. Pero también hizo entrega de productos de primera necesidad para asegurar que estos ancianitos puedan disfrutar de una nutrición adecuada y mejorar su calidad de vida; además de cocina, suplemento alimenticio, medicinas y asistencia médica.
El médico Rusell Huacho Susanivar, auscultó a los ancianos, para determinar alguna dolencia y certificar si presenta trastornos, con la finalidad de darle una asistencia en materia de salud, por la longevidad que presentan. Para suerte de la pareja, no se registró evidencia alguna de qué preocuparse.
Enrique Pulgar resaltó que, el trabajo lo viene desplegando a lo largo y ancho del departamento de Huánuco, siempre pensando en los indefensos y sobre todo, como en el presente caso, de los ancianos de Vilcaragra; que están en el olvido por parte del Estado, pero la ONG que preside está en el momento oportuno para asistir a personas en situación de vulnerabilidad.
La labor de Enrique Pulgar no solo refleja su compromiso con las causas humanitarias, sino que también destaca la importancia de la solidaridad y el apoyo comunitario. Su ejemplo inspira a otros a actuar y a contribuir de cualquier manera posible para mejorar las condiciones de vida de aquellos que más lo necesitan. En un mundo donde a menudo prevalecen las diferencias, las acciones de Enrique recuerdan que la empatía y la generosidad son fundamentales para construir una sociedad más justa y equitativa (PR).
