Un abnegado padre de familia que todos los días carga por media hora, en hombros, a su pequeño Kennedy de siete años, para que reciba sus clases escolares; está solicitando ayuda de las personas solidarias a fin de trasladar a Lima a su menor para que reciba un tratamiento especializado.
La razón por el que el menor no puede desplazarse de manera normal, es que padece de una cardiopatía congénita, el cual le impide realizar actividades físicas de manera constante por que se agita demasiado. Es por ello que don Andrés Tiburcio, padre de menor lo lleva hasta el colegio cargado en hombros.
Según su maestra, Kennedy es un niño muy aplicado y se desempeña muy correctamente en sus estudios; es juguetón como todo niño, pero el desconoce de la enfermedad que padece. En momentos de recreo, Kennedy juega normal con sus compañeritos; además es hincha del arquero de nuestra selección Pedro Gallese, a quien lo admira.
Sus compañeros también desconocen de su enfermedad y son quienes lo alientan cuando juegan fulbito en la escuela del centro poblado de Llihuary, jurisdicción que pertenece al distrito de Santa María del Valle.
Mientras tanto, con la evaluación del cardiólogo Carlos Martínez, quien se constituyó hasta el lugar para evaluar al menor; pidió el inmediato traslado a la ciudad capital por ser de riesgo para la salud de Kennedy. Sin embargo, la condición humilde de los padres le impide costear pasaje en avión, más la estadía en el hospital del niño donde ya cuenta con la referencia pero carecen de medios para viajar a Lima.