¡Obituario!

Por Víctor Raúl Osorio Alania*

Más de un finado (antes de llegar a la catacumba) será velado por parientes y otros allegados durante tres noches y dos días, eso pasa en el mundo andino. Las pompas fúnebres avanzan entre bromas, recuerdos, juegos, preguntas capciosas, todo se hace para aliviar el pesar de los dolientes. 

CHACOTA SUTIL

Caso uno. ¿Qué hace tanta gente aquí, no tienen casa?, acompañante que llega tardísimo (por estrategia o costumbre) acusa, juzga e increpa a los que llegaron horas antes. Todos ríen y piden que el gracioso ocupe un lugar preferencial, incluso pellejos y manta le proporcionan. Así soy, tengo suerte de finado, merezco atención exclusiva.

Asunto dos. Los chistes incursionan para todos sin discriminación; coquita; cigarro y cañazo para los cristianos católicos, caramelo, galleta, refresco para los cristianos evangélicos.

Aquí, a nuestro paisano, desde joven le dicen Bekan…

¿Por qué?

Movía su pelota…

Manejaba bien las dos piernas…

Jugadorazo del Club “Marañón”.

Muchos clubes lo pretendieron, no obstante, Rosacha, Lindaura, Maricucha lograron amarrarlo en fechas continuas

¿Y dónde está el chiste?, inquiere un oyente atento.

Ahora que tiene sus 55 años de edad le siguen llamando Bekan…

¿Por qué?

Bebe en la cantina. De bebe sale Be; y, Kan, apócope de cantina. ¡Aplausos y risotadas! Repiten el chascarro. Brindan con el saleroso. ¡Salud Bekan!

BOTELLA

¿Cuántas esquinas tiene la botella?

No hay esquinas, responde un presente.

Por favor, esto no es adivinanza, objeta quien formuló la pregunta capciosa.

Repito, ¿cuántas esquinas tiene la botella?

Un niño interviene por sus padres: tiene forma geométrica.

Señores, va ganando el niño. ¿No les da vergüenza?

Intento tras intento queda desestimado. Quien expresó la pregunta debe dar la respuesta.

Esta botella tiene tres esquinas: en la boca, en los hombros y en el asiento (golpea la botella y genera música de primerizo). ¿Cómo aprobaron geometría y trigonometría?

CERO

Consulta para los campeones en Matemática, no importa en qué colegio estudiaron. Listo cerebritos. ¿Cuánto es cero más cero?

Yo paso, nunca me agradaron los números, dice un soñoliento.

¿Y cómo cobras tu sueldo?

Pasa asiento por asiento, nadie acierta. Un doliente (autodidacta de guijarros y maíces) declara sereno:

Cero más cero es igual a ocho. El primer cerito va arriba y el otro cerito va abajo. El valor del cero asimilado y descifrado en algebra, aritmética, en la conjunción de vida y muerte.

Gepetto y su hijo Pinocho / suman alegres hasta ocho, / comparten rico bizcocho / con el visitante Pocho, / bromean hasta veintiocho / y lo mustio queda mocho.

JUEGO

Cuando alguien pestañea o queda dormido en pleno velorio aténgase a los efectos. Con tizna marcan la cara. Si es varón despertará con amplios labios y visibles; mientras tanto, cuando despierte la mujer habrá sido bendecida con cejas prominentes, bigote, barbilla y barba.

Despierta, te van a maquillar, que te pasa marido, una esposa codea con discreción al padre de sus hijos. Al ser pillada debe recibir dos copones de shinguirito por delatadora.

También pude comprobar, cuando duermen dos personas que comparten asiento (sillas contiguas o la misma banca), en cuanto despiertan les invitan a caminar si no quieren ser multados. Caminan, pero caen, porque están sujetados con pasadores de los zapatos. Figúrese el pie derecho de uno con el pie izquierdo del otro. Salir de la maquinación cuesta. ¿Por qué? Los pasadores tienen amarres que parecen nudos marinos.

OBITUARIO

Necrópolis es igual a camposanto, cementerio. Si te llevo al cementerio volverás con buen comentario. Dejó de ser santo el camposanto con tus travesuras. Los griegos tienen una necrópolis histórica, turística y cultural.

«Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta que vuelvas al suelo, porque de él fuiste tomado. Porque polvo eres y a polvo volverás», Génesis 3:19.

Hay dos maneras de volver al estado del polvo. Uno. El proceso lento y normal de la disgregación, luego de haber sido enterrado o ennichado. Dos. La vía rápida de la ignición, obedeciendo el testamento de la finada o del finado o según la tradición familiar y sociocultural (incineración en la cultura oriental).

«Según los indios, el difunto que aún no tiene tres años de sepultado, baja del cielo y viene del purgatorio; llega a la tierra a la medianoche, y entra en su casa. A esa hora, a la medianoche, las campanitas de los pueblos doblan; y toda la gente se arrodilla y reza, junto a la mesa o al poyo donde han tendido las ropas del muerto. En algunos pueblos, sobre la mesa o en el poyo, sirven la comida que prefería el difunto, y en platos nuevos. Creen que el muerto ha llegado cansado y tiene hambre y sed», aporte de José María Arguedas Altamirano en Indios, mestizos y señores.  

Me preguntan, ¿dónde y cómo celebramos tu cumpleaños? Iremos al cementerio a enterrarnos con recuerdos imperecederos (nací un dos de noviembre del siglo XX).

¡Caray! La necropsia tiene su propia cita. «Los muertos están en cautiverio porque no los dejan salir del cementerio», Joan Manuel Serrat Teresa, español.

Un dueto renombrado para leer en voz alta: «¡He vivido poco! ¡Me he cansado mucho!» (José Santos Chocano Gastañodi); «Íbamos a vivir toda la vida juntos, / íbamos a morir toda la muerte juntos. / Adiós…» (Manuel Scorza Torres).

¿Por qué los cementerios tienen paredes altas? Porque la gente se muere por entrar. Chascarrillo que encaja con muchas paredes añejas.

Rodolfo Enrique Cabral Camiñas o Facundo Cabral, vocero de la nueva trova, delata y relata las confianzas del [de su] tío Pedro. «Cuando murió el tío Pedro mi madre escribió en su lápida: Aquí sigue descansando el tío Pedro, porque en vida siempre descansó».

Sin pretender superar a la Real Academia Española (RAE) precisemos algunos términos. Si fulano, mengano, zutano o perengano es colocado bajo tierra, entonces queda enterrado, el término encaja correctamente (enterrado). En cambio, si el ataúd que contiene los restos de Waytita Rima-Rima o Pepe Pueblo termina instalado en nicho no cabe utilizar el vocablo enterrado, debería ser ennichado.  Pepe Pueblo quedó ennichado en el pabellón “A” del cementerio general.

«Genio y figura hasta la sepultura», equivale a conservar la idoneidad sin lanzar anatemas; y, abróchese toda pena con otro adagio popular. «El muerto al hoyo y el vivo al poyo».

Ya que estamos en tips de, por, en y para noviembre les encargo mi epitafio: «El Puchkador de los Andes habita entrelíneas con celajes y nevisca, arrebujado por la Pachamama y los Apus tutelares» (sic).

*“El Puchkador de la Nieve”

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