Hojeando a Mavilo Calero Pérez

(Auscultando “Lecturas pasqueñas”)

Por Víctor Raúl Osorio Alania*

Un trozo de cielo goyllarino emprende viaje, se va como luminosa estrella de imagen propia. Mavilo Calero Pérez (Goyllarisquizga, Pasco, 4 de marzo de 1934 – †Lima, sábado 27 de agosto de 2022), maestro, amigo, colega y coterráneo, ante tu féretro pido perdón, porque quizá es mucho poco lo que hicimos por socializar vuestro aporte (poesía y narrativa), no obstante, siempre fue y será con inmortal afecto. ¡Tus discípulos loan vuestros hechos y escritos! La perpetua faena de Mavilo / será como sutil tea en cavilo.

Ha caminado con idas y vueltas por atajos y veredas, Yaro Chaupiwaranga por su origen, vivió convencido de “Pasqueñizar a Pasco”, empezó a brillar mediante “Ccoyllur” (1960):

«En el atardecer de un día / te fuiste con el volar de las aves. / Mis ojos, desde entonces, / ávidos de verte, te buscaron / en el aire, en el vino, / en la nieve, en el camino / y no te hallaron».

HOJEANDO “LECTURAS PASQUEÑAS”

La primera edición, en catorce matices de blanco a negro, propuso 263 hitos en 1994, un decenio después (11-marzo-2004), con Valentín López Espíritu (alcalde), Pío Mendoza Villanueva, Anibal Paredes Galván (Editorial “San Marcos”, Lima) desglosamos la segunda edición en formato A4, 144 páginas, es decir, el arco iris cumple alegoría funcional.

Provincia de Pasco. El ser andino, de porte biológico excepcional, conquista sobre los 4.338 metros de altitud labores en ganadería, agricultura, pesca, artesanía, minería. Estos modos de producción crearon leyendas y legitimaron las ocho horas de trabajo con líderes natos (Gamaniel Blanco Murillo, por ejemplo).

Cerro de Pasco con los títulos honrosos brilla en el escudo local, más en “Lecturas pasqueñas”: “Ciudad Real de Minas” (1639), “Villa Minera de Cerro de Pasco” (1771), “Ciudad Opulenta”, “Capital Minera del Perú” (1960).

La batalla y jura de la independencia en Cerro de Pasco (6 y 7-diciembre-1820), la arenga de Simón Bolívar Palacios en Sacramento, Rancas (2-agosto-1824), asimismo, himno para los 220 héroes de la “Columna Pasco” (1879), la defensa espartana de las tierras comunales de Rancas (2-mayo-1960), eso y mucho enfatiza la obra.

Temples marchan junto a su pueblo. Fidel Roque López y su violín minero andino, Gerardo Patiño López, periodista de insignes notas, qué decir del pizpireta Carlos Minaya Rodríguez, “El Capachón”. Dizque, en cierta ocasión, cuando fue increpado por un directivo diciéndole soy vocal, respondió: «Tanto problema, yo soy consonante», ja, ja, ja. “El Capachón”, mito fecundo de la broma, también asoma tras la firmeza y se opuso cuando iban a colgar el cuerpo de Francisco Tovar Belmonte, prefecto tirano (16-febrero-1948), época de “Carestías” en la villa minera.

Un dato casi inédito. El cerreño Gustavo Jiménez, apodado “El Zorro”, en 1931, durante seis días estuvo como presidente de la República del Perú. ¿En el séptimo fue obligado a descansar? Ese lapso resulta extenso frente a un día de gobierno de Antonio Gutiérrez De la Fuente (1829).

Provincia “Daniel Alcides Carrión”. La Ley 10030 del 27 de noviembre de 1944, designa provincia “Daniel Carrión” con su capital Yanahuanca, el Congreso creó con la partida bautismal del mártir de la medicina mundial. Empero, Mavilo coge la dicción habitual y lo rotula como provincia “Daniel Alcides Carrión”, o sea, el uso del pueblo se hizo ley.

La geología deslinda el termino valle en formas de “u” y uve “v”. ¡Vamos al valle, paisano! Esta geografía muestra cerros que acarician a los ríos Chaupiwaranga y Tawarmayu.

“Lecturas pasqueñas” hace sincronía de Yanahuanca (mole negra), Ccoyllur Isquizhqa (lugar donde cayó la estrella), Santa Ana de Tusi, la tierra de los caminantes y el shiwayru (fiambre medicinal); Chacayán convida pan de trigo (jaratanta), Vilcabamba (tierra sagrada o terruño de los nietos) pudo subyugar al ejército chileno, destaca Paula Fiada.

¡Chango!, expresión del Perú profundo, en la tonada de Jesús Elías Navarro Solano. A Tayta Cawaq (Dios Vivo) advocan yacanes, paucarinos, huacarinos y cahuacinos.

El poema “Los comuneros” es adhesión corajuda y certera de Nicomedes Santa Cruz Gamarra, por la recuperación de tierras (3-marzo-1962). Uchumarca, Pacoyán y Chinche agradecen el gesto.

Julián Bustamante Cabello (1920-1992), tenía tiempo para todo, el éxito de su empresa, fábrica y tiendas “Surge” radica en la humildad que trazó propio horizonte.

Mavilo, como buen tiznacara cantó y bailó “El obrero” (1924), huayno goyllarino: «Si te ofrezco mi cariño, / si te digo que te quiero / tú me dices yo no quiero / el amor de un carbonero».

Valores andinos, Pascograma, el relato de “Pablo Curu” pone la cuota de autoestima y exalta el amor al prójimo, llénese con alhajas del Auquish Danza o Baile Viejo… “El charquicán” guiso incaico hecho bandera.

Provincia de Oxapampa. El fruto exótico conlleva preparar zumos de carambola y cocona. Diga como la gente de Oxapampa, tras benigna repetición, carambolada de carambola, coconada de cocona, laxante combativo y efectivo para bajar la hemoglobina, similar propiedad tiene la naranjada de naranja.

Villa Rica, a 1813 msnm, principal productor del café, la etiqueta vendible incumbe a financieros del valle de Chanchamayo.

Chontabamba, Constitución, Huancabamba, Palcazú, Pozuzo, Puerto Bermúdez enseñan a mirar el arco, la flecha y el blanco. La cushma prodiga amor y calor en la selva alta y baja.

La rebelión de Juan Santos Atahualpa y la misión de “Los Descalzos” son dos maneras contrapuestas ingénitas a la visión del mundo.

Sumario. Trepe a Waqurunchu, tome posición en Racco, viaje por el solemne bosque pétreo de Huayllay, donde vaya usted, lleve “Lecturas pasqueñas” para que hagan de ojos y alma intrínseca.

OPINIONES

Hugo Apéstegui Ramírez, «comunión perfecta por el amor, al terruño y la identidad».

David Salazar Espinoza, «atmósfera completa a partir de la genialidad de Mavilo Calero, autor autoritario porque hace público lo imaginario».

Luis Pajuelo Frías, «el niño a los ocho años de edad debe potenciar la fijación, “Lecturas pasqueñas” tiene esa intención. El profesor debe leer bien, que sepa hablar bien, generar las secuencias actitudinales, psicológicas, buscar salidas a la comprensión lectora. El libro será nada sino conformamos una cadena amplificando textos. El hombre es método, somos o no somos constructores del país mediante la educación».

Nilo Calero Pérez, afincado en Huancayo: «Este libro lo ha escrito con el corazón. Él piensa y escribe por y en Pasco». Nadie duda.

Una clarinada desde “Peruanicemos al Perú” de José Carlos Mariátegui La Chira: «Tenemos el deber de no ignorar la realidad nacional; pero tenemos también el deber de no ignorar la realidad mundial…». ¡Estamos en marcha hacia la cumbre!

*“El Puchkador de la Nieve”

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