Carlos Antonio Aróstegui Ayra acompañado de su conviviente llegó a la ciudad de Huánuco para pedir justicia para su hija de 12 años que en el 2019 habría sido violada en varias oportunidades por el profesor Alfredo Cañoli Herrera, cuando estudiaba en la Institución Educativa n° 32572 de Tahuantinsuyo, distrito de Mariano Dámaso Beraún en la provincia de Leoncio Prado.
El padre de familia, dijo pese que este 25 de agosto cumplirá dos años que su nieto nació, producto del abuso, el caso sigue sin resolverse, debido a que la fiscalía decidió incluirlo (a Aróstegui Ayra) en la investigación.
“Denunciamos la violación en el Departamento de Investigación Criminal de Leoncio Prado, luego pasó al despacho del fiscal William Garay Morales, quien dispuso que me realicen la prueba de ADN. La diligencia fue realizada de la siguiente manera, el 9 de noviembre del 2021 le sacaron sangre al profesor y al día siguiente (10 de noviembre) a mí, pero cuando regresó los resultados, del profesor sale negativo y el mío positivo, sin embargo, la fecha no coincide, porque a mí me extrajeron sangre el 10 y no el 9 como dice en el documento”, declaró el padre de familia.
Supone que al momento de procesar la información hubo un intercambio, por lo que pidió una nueva prueba de ADN en presencia de un representante del Ministerio Público y Defensoría del Pueblo para garantizar transparencia en la investigación y que el responsable sea sancionado con todo el peso de la ley.
Con relación al porqué fue incluido en la investigación, dijo que al enterarse que su hija estaba embarazada denunció el caso ante la policía, pero como no había sospechosos, el fiscal William Garay decidió incluirlo en la investigación. Cuando su nieto cumplió dos meses de nacido, su hija recién decidió contar lo que había pasado y sindicó como su agresor sexual al profesor Alfredo Cañoli.
SIN RESPUESTA. Antonio Arostegui, dijo que en reiteradas veces buscó en la Segunda Fiscalía Penal Corporativa de Leoncio Prado al fiscal William Garay, para saber el estado de la investigación, pero al no encontrar respuesta optó por viajar a Huánuco para acercarse a la Oficina Desconcentrada de Control Interno (ODCI) y presentar una queja verbal contra el referido abogado.
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El padre de familia dijo que su hija no sería la primera agraviada de Alfredo Cañoli Herrera, en la zona de Onolulo; dos escolares también habrían sido víctimas de tocamientos indebidos.