
Triste final. El pequeño Edwar Jairo Verde Valverde (9), quien junto a su madre y hermanitos acudió al cementerio de Tambillo Grande, ubicado en el distrito de Mariano Dámaso Beraún, provincia de Leoncio Prado con la intención de visitar la tumba de su padre, perdió la vida camino al centro de salud del lugar, luego de pisar accidentalmente un trampero.
El incidente con muerte fue reportado a la comisaría de Cayumba, cuyos agentes llegaron al lugar y encontraron el arma hechiza que estaba en los predios de Brisilio Barrueta Ramírez (82).
El caso que ha causado conmoción en la humilde familia y los moradores, ocurrió cuando el menor buscando un lugar donde hacer sus necesidades fisiológicas cruzó el terreno que colinda con el cementerio y en ese momento habría pisado el trampero (arma de fuego de fabricación artesanal que algunas personas colocan para cazar animales. El impacto que fue de cerca lesionó la cadera del menor, por lo que el personal médico no pudo hacer casi nada para salvar su vida.
Hasta el centro de salud de Tambillo Grande llegó la fiscal Elia Garay Basilio y el médico legista Carlos Picón Mestanza para realizar la diligencia de levantamiento del cuerpo del menor que murió a causa de una hemorragia interna que le provocó un shock hipovolémico.
ALGO MÁS
Brisilio Barrueta es investigado por la unidad especializada por la presunta comisión del delito contra la vida, el cuerpo y la salud en la modalidad de homicidio culposo.