Mientras Grober Huaranga Espinoza (36) espera en la carceleta judicial de Tingo María ser trasladado al penal de Potracancha, donde cumplirá nueve meses de prisión preventiva, ayer, la señora Mirtha Bautista Pérez (32) pedía justicia para su hija que fue violada por su propio padre. “Estoy destrozada, porque a veces no como, no duermo pensando que quizás le van a soltar al monstruo y pueda volver a matarnos o violar nuevamente a mi menor hija”, dijo entre lágrimas la madre de familia al tiempo de pedir justicia para la mayor de sus hijas.
Como informamos en la edición de ayer, Huaranga Espinoza, quien fue denunciado por inducir a fugarse de su casa a su propia hija, fue detenido y con las diligencias realizadas por personal del Departamento de Investigación Criminal de Tingo María, descubrieron que la menor habría sido violada por su propio padre desde que tenía 13 años y producto de la agresión sexual que fue víctima quedó embarazada y dio a luz a su hijo.
Grober Huaranga, quien hasta antes de su detención ocupaba el cargo de presidente de la junta vecinal de Santa Rosa de Shapajilla, inicialmente negó la sindicación de su hija, pero luego decidió guardar silencio.
