
Mediante resolución n° 11 emitida el 10 de diciembre, la Sala Penal de Apelaciones de Leoncio Prado reformó la sentencia de cadena perpetua a 35 años de cárcel para Pedro Andrés Aquino Lobo (51), tras ser hallado culpable de los delitos de violación sexual y aborto no consentido. En la misma resolución, la técnica en enfermería María Guadalupe Salas Meza, fue condenada a tres años de pena suspendida tras ser hallada culpable del delito de aborto no consentido en agravio de la menor.
Asimismo, los magistrados Gerónimo Jaime De la Cruz, Sandra Cornelio Soria y Rocío Marín Sandoval ordenaron el pago de diez mil soles por concepto de reparación civil que ambos sentenciados deberán pagar de manera solidaria a favor de la agraviada.
HECHOS. Según la imputación del Ministerio Público, desde que la menor tenía doce años habría sido ultrajada por Aquino Lobo, quien era conviviente de su mamá. La última violación ocurrió en octubre del 2018 y un mes después, la ahora agraviada descubrió que estaba gestando y decide contar a su padrastro lo que estaba pasando y para tranquilizarla, le habría dicho que no debe preocuparse, porque conversaría con su amiga, la ‘morena’.
El 23 de diciembre del 2018, Pedro Andrés, llevó a la menor al tópico “Lupita”, ubicado en la avenida Antonio Raymondi n° 264 interior 1 en Tingo María, donde estaba la técnica en enfermería María Salas Meza con quien días antes había concretado el corte del embarazo a cambio de 500 soles. La ahora sentenciada habría aplicado una inyección a la menor que le causó sueño y al despertar después de casi dos horas, descubrió que estaba sangrando.
Sin imaginar que el aborto era incompleto, la agraviada decidió irse a su casa, donde empezó a sentir dolor abdominal, pero no le dio importancia hasta el 19 de enero del 2019, 26 días después de la intervención clandestina, los dolores eran más constantes y es cuando la mamá que desconocía el caso decide trasladarla al hospital de Tingo María, pero cuando estaba a punto de subir al trimóvil sintió que salía algo de su cuerpo y al poner su mano recibió a un feto muerto de dos meses.
La mamá de la agraviada consternada por lo que estaba pasando condujo a la menor al hospital y en el camino comunicó el hecho a la Policía que acudió a la casa de la agraviada para recoger el embrión. La menor que permaneció internada casi una semana en el nosocomio, narró a las autoridades la pesadilla que vivió al lado de su padrastro que fue detenido y luego de las diligencias, la fiscalía presentó el requerimiento de prisión preventiva por 18 meses, pedido que fue declarado fundado por el Primer Juzgado de Investigación Preparatoria de Leoncio Prado.
SENTENCIADO. En la audiencia virtual de apelación, el detenido que está en el penal de Potracancha desde enero del 2019 en su defensa dijo: “Quiero aclarar que jamás la forcé a nada, mi único error fue tener relaciones sexuales con la menor con quien estuve durante cuatro meses”. Asimismo, informó que aprovechaba que su conviviente salía de madrugada para ir a trabajar al mercado para tener intimidad con la menor en su propia casa y a veces la llevaba al hotel en Aucayacu.
Algo más
El informe pericial de biología forense ADN confirmó que el feto que la menor expulsó camino al hospital era hijo del ahora sentenciado.