Los frailes Franciscanos en Huánuco, desde 1542

Fortunato Rodríguez y Masgo

La presencia de la Orden de los Franciscanos en la nueva ciudad española de Huánuco, fundado por los conquistadores en el Valle de los Chupachos, fue importante para el virreinato, porque aporto a la conquista de nuevos territorios mediante la evangelización de la población indígena y aborigen de la selva.

Cabe señalar, en la fundación de la nueva ciudad de Huánuco, por los años 1542, la primera misa celebrada a orillas del rio Huallaga fue realizado por el franciscano Pablo de Coimbra; por tal razón, esta orden religiosa al servicio de la corona española ya se encontraba en esta parte del Virreinato Español.

Al transcurrir algunos años, el Cabildo integrado por los notables vecinos de la ciudad huanuqueña, acordó edificar el monasterio de los frailes misioneros. Es así, el 26 de agosto de 1552 se fundó la orden de los franciscanos, bajo la dirección de los frailes Francisco Ecija y Antonio Jurado; de inmediato comenzaron a evangelizar a los panataguas y otras tribus selváticas afincados a lo largo del río Huallaga.

Con mucha algarabía se culminó la construcción de la iglesia de San Francisco en 1560, en memoria de su patrono San Bernardino, gracias al aporte económico de los encomenderos españoles de la doctrina de Huánuco, como también de las limosnas públicas, en especial del capitán español Gómez Arias Dávila, quien solventaba la evangelización de los chupacos como la edificación del templo. A gratitud, fue sepultado en el recinto de los franciscanos, donde se encuentra hasta el día de hoy.

La nueva ciudad española de León de Huánuco se desarrollaba, esto genero incomodidad e envidia de los españoles radicados en Lima, quienes presionaron al Virrey Toledo, para que ordene la reducción del territorio de evangelización a tres doctrinas: San Cristóbal, San Miguel de Guacar (hoy Huácar) y San Pedro de Acomayo

Los franciscanos proseguían con la evangelización de San Miguel de Guacar, Santa María del Valle, Pillao, Chinchao y Panao. Pero al transcurrir los años, la presencia de los misioneros fue disminuyendo por orden superior, llegando a transferir la doctrina de Santa María del Valle al clero secular en 1774.

Tal hecho, pudo confirmar el botánico Hipólito Ruiz en 1788, quien se encontraba visitando Huánuco, donde vio a cuatro frailes que habitaban en el monasterio; mientras, Hipólito Unanue y Pavón en 1793, mencionó a cinco franciscanos y mediante Ley promulgado en 1828 fue transferido el Convento de San Francisco a favor del Colegio de Ciencias de Huánuco; lamentablemente en 1836 fue clausurado, para luego reabrirse en 1926.

Es necesario considerar el testimonio del cronista Huamán Poma de Ayala: “Los Reverendos Padres de la Orden de San Francisco, son amados y protegidos en todo el mundo y honrados en el cielo. Con su amor y bondad, ellos atraen a todos, ricos y pobres igualmente, pero en forma especial a los indios».

Mientras el insigne maestro Víctor Andrés Belaunde manifestó: «Que de todas las Ordenes, ninguna estuvo más unida a las clases populares que la franciscana».

Ya transcurrieron más de 500 años, los franciscanos se encuentran en Huánuco brindando su servicio de evangelización con fe cristiana y el local primigenio del Convento se puede apreciar en la actualidad, porque es parte de la Gran Unidad Escolar Leoncio Prado, ubicado en los jirones San Martín y General Prado de la ciudad huanuqueña.

La presencia de los misioneros franciscanos en el Valle de los Chupachos, en primer orden permitió la evangelización y la conversión al cristianismo, para luego al transcurrir los años promovieron una mejor calidad de vida a los indios, llegando incluso a concentrarlos en pueblos o reductos con la finalidad de asistirlos en educación, salud y vivienda.

Desde el convento de Huánuco, partieron delegaciones de misioneros para realizar sus labores de evangelización, tanto por la zona andina como la selva, llegando hasta la selva central, donde habitaban los asháninkas.

Iglesia de San Francisco

El templo de San Francisco, localizado en la cuadra cuatro del jirón Dámaso Beraún, a 200 metros de la plaza de armas, fue construido por la iniciativa de los españoles y en 1560 se culminó la edificación de la iglesia de San Francisco, en honor a su patrono San Bernardino, gracias al aporte de encomenderos españoles como de las limosnas de los feligreses. Luego, al transcurrir los años, fue reconstruido por el fraile Andrés Corso.

El imponente templo colonial muestra una arquitectura al estilo neoclásico, además del decorado de los altares en pan de oro con estilo barroco, se plasmó la vivencia local, gracias a la creatividad de los artistas huanuqueños que participaron en la manifestación artística.

Además, cuenta con una importante riqueza artística, destacando entre ellas: dos bellos cuadros de la época colonial, la Virgen Purísima realizada en el taller artístico de Murillo Santa Gertrudis, dos esculturas del sacerdote español Lorenzo Valentino, la Virgen Dolorosa cuya característica es imitar a la Virgen de la Macarena de España y el Cristo Cautivo, ambos son cautivantes y de gran expresividad.

Asimismo, se advierte: siete altares menores con diferentes santos importantes: San Bernardino, San Buenaventura, Santa Clara, La Inmaculada, San Francisco, Santa Rosa, y cuadros de Santa Gertrudis, Santa Brígida, Sepulcro del capitán español Gómez Arias Dávila quien fue su protector y benefactor, gracias a su aporte se construyó el templo franciscano.

El diseño de la fachada comprende dos cuerpos y un remate, además dos espadañas que flanquean la portada. Asimismo, el primer cuerpo de la portada muestra un arco de medio punto que cobija al portón principal de ingreso, entre las columnas de fuste liso, se encuentran nichos que albergan efigies de santos de la orden. Como también un campanario que sostiene cuatro campanas.

El templo franciscano fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación el 17 de Julio de 1997, en la actualidad sigue albergando a sus feligreses quienes se dan cita para redimir su fe cristiana; es imponente y majestuosa su infraestructura que lleva más de siete siglos edificado, causando admiración. Vale la pena visitar.

Fuente: Diócesis de Huánuco, Iglesia de San Francisco y Municipalidad de Huánuco, Dircetur Huánuco, Las Doctrinas Franciscanas, Julián Heras, Universidad Internacional Andalucía.

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