HUÁNUCO DEL AYER: Lo que soy gracias a mamita Allica

Imagen: Internet

Por Fortunato Rodríguez y Masgo*

“La comodidad y el conformismo son enemigos de la pasión y del crecimiento de los sueños” (Bernardo Stamateas).

Después de muchas lunas primaverales, bajo el cielo estrellado de mi Huánuco querido…me encuentro reposando en una de las bancas del Parque Cartagena; contemplando a mi legendario Colegio Leoncio Prado donde ingreso imaginariamente y como siempre vienen los recuerdos a mi memoria, una de ellas los momentos transcurridos con mi compañero de clase Teodoro, cariñosamente Ticucho, allá por los años 70, él quedó huérfano de padre a los 7 años y es el segundo de tres hermanos hoy en día transita por el camino de la vida todo un exitoso profesional, empresario y padre ejemplar, el recuerda a su mamita Alejandrina, doña “Allica” como la llamaban con cariño, vivían en Llicua, ella pudo sacar adelante a su familia, siendo una modesta costurera.

Ticucho, es un tipo acriollado, siempre sonriendo lleno ocurrencias en una oportunidad me comento: “Transcurría los años 80, cuando el país vivía momentos dramáticos por el terrorismo, culmine mi primera carrera profesional en la Universidad, con apenas 23 años, ese día fui tras mi madrecita Allica llevando entre mis manos mi título para compartir mi alegría, ella me felicito” y me dijo “hijo es tu primera carrera…mira a tu primo Vitucho ya tiene otra profesión más; por lo tanto, regresa a seguir estudiando, si deseas ser algo en la vida, cuando terminas recién te voy a felicitar”.

Sigue narrando Ticucho con mucha nostalgia: “Así fue, retorne a las aulas de la universidad, a los años logre mi segunda profesión, viaje expresamente para decirle misión cumplida mamita”, nuevamente me felicito y me manifestó: “Hijo te felicito porque eres obediente, ahora ya tienes tu segunda profesión, pero mira a tu primo Luchin, ya tiene dos profesiones, ahora está en Lima estudiando su maestría, mientras Vitucho está en Israel haciendo su doctorado y tú recién terminas tu segunda carrera; por lo tanto, sigue estudiando, tú puedes alcanzarlos”.

Nuevamente salí de casa, expresa Ticucho, pero ya decidido estudiar maestría hasta doctorado; así fue, a los años que logre, no solo una sino tres, retorne a casa para decir a mi mamita Allica que ya les alcance a mis primos, y sabes lo que dijo mi viejita: “Te felicito, pero Luchin es Director del Ministerio, mientras Vitucho es catedrático en Lima; por lo tanto hijo, sigue estudiando y pronto serás mejor”. Pareciera que a mi mamita con nada se le podía hacerle sentir feliz me dice Ticucho: “siempre me sacaba a relucir los éxitos de mis primos”.

Así transcurrieron los años, hasta que en una oportunidad visite Huánuco con mis alumnos de la Universidad de la ciudad de Lima, donde era catedrático me revela Ticucho, además me cuenta que su mamita Allica le dijo: “Hijo Ticucho ya tienes más de 50 años, sigues estudiando y eso me da alegría, ahora te puedo felicitar porque eres perseverante, siempre estas luchando hasta lograr tus metas, no existe ningún obstáculo para ti; más por lo contrario, no eres conformista, siempre buscas ser diferente, eso me gusta; por eso razón, te felicito ahora me siento feliz”…recién recibo la alegría en mi corazón, y a los días murió mi viejita, sentí una pena deseaba irme tras de ella, para acompañarla y no se sienta sola donde este, se fue para el cielo, desde donde ella ilumina mi camino y guía mis pasos. A ella le debo lo que soy ahora”, me dice Ticucho.

Por último, me reveló que su santa madrecita no tenía primaria completa; pero, las amistades y la experiencia de la vida le señalo que una persona debe superarse, nunca estar ahí detenido, porque es el atraso conocido como conformismo, Como ejemplo siempre consideraba “Hijos ayer tuvimos un televisor blanco negro, pero trabajos juntos ahora compramos un televisor de 20 pulgadas a colores y mañana adquirimos lo último de los televisores, vean el cambio, eso es estar siempre adelante, no contentarnos con lo que tenemos hoy, siempre buscamos ser los mejores. La fuerza y la inteligencia papá Dios nos dio, solo nos queda estudiar, ser diferente y siempre cambiando, superando, jamás quedarte contento con lo que eres”.

El conformismo mata el progreso de las personas; si deseas ser exitoso, debes transformarte constantemente, nunca te crees que hayas logrado, porque otros ya lo hicieron; por lo tanto, sigue luchando, porque tú puedes alcanzarlos, nunca es tarde, sigue para adelante y jamás mires atrás siempre inculcaba mamá Allica a su Ticucho.

Mamá Allica fue una mujer emprendedora, hasta el último de sus días de vida estuvo trabajando, jamás estuvo descansando, siempre dando el ejemplo a sus hijos y nietos, era como una mujer de acero, casi no se enfermaba, se despertaba en la madrugada y era la última en entrar a la cama.

*Periodista, economista y abogado

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