El periodista Mitzar Bato Castillejos Tenazoa, de 32 años, quien fue baleado por sicarios en la localidad de Aguaytía, fue trasladado del servicio de Cirugía al área de Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de Tingo María, debido a un preocupante cuadro clínico que incluye fiebre persistente, insuficiencia respiratoria y taquicardia. Según informó el director del nosocomio, Ricardo Díaz Bardales, se requiere con urgencia su referencia a un hospital de mayor complejidad.
El médico detalló que los resultados de la última tomografía revelan que los seis proyectiles que impactaron al periodista ocasionaron daños severos en diversos órganos y sistemas, por lo que necesita estudios especializados que no pueden realizarse ni en Tingo María ni en Huánuco.
Entre las lesiones identificadas figura una fractura expuesta en el brazo, cuya atención ha sido postergada debido a que la prioridad es estabilizar el compromiso torácico. En uno de los pulmones se detectó un orificio pleural, lo que explica la dificultad respiratoria que presenta.
Díaz Bardales indicó que, en su estado actual, es necesario iniciar los trámites para su traslado aéreo a un hospital de Lima. Sin embargo, debido al cierre temporal del aeropuerto de Tingo María, primero deberá ser llevado en ambulancia hasta la ciudad de Huánuco, desde donde sería evacuado en una aeronave médica.
El director del hospital también informó que el periodista permanece bajo custodia de la Policía Nacional del Perú, y que esta protección continuará durante su traslado, dada la naturaleza del ataque que sufrió.
Asimismo, señaló que el último lunes personal de la Fiscalía de Ucayali y de la PNP acudió a interrogarlo cuando aún permanecía en hospitalización general, lo que provocó una alteración en su presión arterial.
Finalmente, Díaz Bardales lamentó que, desde su ingreso al Hospital de Tingo María, el periodista solo haya recibido el apoyo del personal médico y de sus colegas de diversos medios de comunicación. En contraste, autoridades y funcionarios del Estado y de la región Ucayali no se han hecho presentes, pese a la gravedad del caso y a la necesidad de respaldo institucional.
