Un ataque armado perpetrado por dos hombres dejó 16 personas muertas este domingo en Bondi Beach, una de las playas más concurridas de Sídney, durante un evento por la festividad judía de Janucá. Las autoridades australianas calificaron el hecho como un acto “terrorista” y “antisemita”, según el último reporte policial.
La policía de Nueva Gales del Sur informó que 29 heridos fueron trasladados a hospitales cercanos tras el tiroteo, ocurrido mientras cerca de 1.000 personas participaban en el evento “Chanukah by the Sea”. Uno de los atacantes murió en el lugar y el segundo permanece en estado crítico.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, condenó el atentado y afirmó que se trató de “un ataque dirigido contra los judíos australianos”, justo en el primer día de Janucá, una festividad que debía ser “un día de alegría”. Lo describió como “un acto de maldad, antisemitismo y terrorismo que ha golpeado el corazón de nuestra nación”.
La policía confirmó que el ataque es investigado como terrorismo y reveló que se hallaron artefactos explosivos improvisados en un vehículo vinculado al atacante fallecido.
Testigos relataron escenas de pánico. “Escuchamos los disparos… fueron como diez minutos de ‘bang, bang, bang’”, contó Camilo Díaz, estudiante chileno de 25 años que estaba en la zona.
En medio del caos, un hombre se enfrentó a uno de los agresores y logró desarmarlo, acción que evitó un número aún mayor de víctimas. Medios locales identificaron al héroe como Ahmed al Ahmed, de 43 años, quien resultó herido por dos disparos y permanece hospitalizado.
Entre los fallecidos se encuentra el rabino Eli Schlanger, de 41 años, padre de cinco hijos y asistente en el centro cultural judío Chabad de Bondi. La cancillería francesa confirmó también la muerte de un ciudadano de ese país.
Líderes internacionales condenaron el ataque. Desde Estados Unidos, el presidente Donald Trump lo calificó como “puramente antisemita”. En Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu criticó a Australia por haber reconocido al Estado palestino, mientras que el Ministerio de Exteriores palestino rechazó “todas las formas de violencia y terrorismo” y expresó solidaridad con Australia.
El ataque es considerado el peor tiroteo masivo en Australia en años y ha conmocionado al país y a la comunidad internacional.






