Terror en Puerto Súngaro. Luego de varias horas de haber sido sacado a la fuerza de su negocio por cuatro hombres que llevaban puestos pasamontaña, portaban armas de fuego de largo alcance y usaban prendas camufladas, ayer, el cuerpo sin vida de Carlos Alejo Aponte Caysahuana (31) fue encontrado en la cuneta a la altura del kilómetro 43 de la carretera Fernando Belaúnde Terry, jurisdicción del poblado Nuevo Porvenir, distrito y provincia de Puerto Inca.
El cadáver del empresario cacaotero estaba en posición decúbito dorsal y a simple vista presentaba más de cinco impactos de bala en el tórax. Su mano izquierda estaba sobre su pecho, mientras que la mano derecha lo tenía extendida, el polo blanco que llevaba puesto tenía restos de sangre por los disparos que recibió.
Por la forma de cómo fue ejecutado el empresario, la policía no descarta que el móvil del homicidio estaría relacionado a un ajuste de cuentas.
“Desde ya la policía ha descartado el tema del secuestro, porque la familia ha informado que no recibió ninguna llamada exigiendo el pago por su liberación, contrario a ello fue sacado de su local por los criminales al promediar 7:00 de la noche y horas después lo asesinaron a sangre fría”, dijo una fuente.
Según el video captado por una de las cámaras situada dentro del local de compra de cacao ubicado en la avenida Fernando Belaunde Terry en el poblado de Puerto Sungaro, primero entra uno de los delincuentes que portaba un arma larga camina hasta el lugar donde estaba Carlos Alejo, mientras los otros dos corren para apoyar a su cómplice que ya tenía reducido al objetivo.
Una persona que estaba sentada queda paralizada y es donde el cuarto hombre armado ingresa a paso ligero para ayudar a sacar al empresario que no tiene otra opción que caminar, mientras uno de los malhechores apunta y amenaza al que está sentado para luego desde la puerta regresa para decirle algo y quitarle su celular, es la última vez que el empresario es visto con vida.
Luego de la diligencia de levantamiento del cadáver que fue realizado por agentes de homicidios de Puerto Inca y ciudad Constitución, los resto fueron trasladados a la morgue de Pucallpa para ser sometidos a necropsia. Ya en horas de la noche, su familia y amigos invitaba al velorio a realizarse en un local de gras sintético, ubicado en la avenida Fernando Belaúnde Terry, en Puerto Sungaro.







