La selección de Haití consiguió un hecho histórico al clasificarse por segunda vez a una Copa del Mundo, tras vencer 2-0 a Nicaragua en la última jornada del Grupo C de las Eliminatorias. El triunfo desató celebraciones masivas en Puerto Príncipe, donde cientos de personas salieron a las calles pese a los altos niveles de violencia en la capital.
Los festejos se extendieron con disparos al aire, cánticos y gritos de alegría en distintos barrios, muchos de ellos sin electricidad por la crisis energética. En Pétion-ville, aficionados corrieron descalzos y con el torso desnudo entre calles oscuras al ritmo de los coros de “¡oye! ¡oye! ¡oye!”.
El equipo dirigido por el francés Sébastien Migné regresa a un Mundial tras su única participación en Alemania 1974. La clasificación se concretó fuera del país, ya que Haití disputó sus partidos en Curazao debido a que su estadio principal, el Stade Sylvio Cator, permanece bajo control de bandas armadas desde marzo de 2024.
A pesar de la crisis de seguridad, la ocasión se convirtió en un motivo de orgullo nacional. El presidente del Consejo Presidencial de Transición, Laurent Saint-Cyr, destacó que la clasificación coincide con el aniversario de la batalla de Vertières y la calificó como un acto que inspira a la juventud y refuerza la cohesión nacional.
