El Órgano de Control Institucional (OCI) de la Municipalidad Provincial de Huánuco advirtió riesgos de deslizamientos de taludes en la quebrada de Agorragra, tras una visita de control concurrente a la obra “Mejoramiento y ampliación de los servicios de protección contra desbordes de agua en el centro poblado de Llicua, margen derecha e izquierda de la quebrada de Agorragra (1395 metros lineales)”.
De acuerdo con el Informe de Hito de Control N.° 038-2025-OCI/0401-SCC, elaborado entre el 9 y el 22 de octubre y publicado en la web de la Contraloría General de la República, se identificaron dos situaciones adversas que ponen en riesgo la seguridad de la población.
Una, son las deficiencias en las geoceldas instaladas. Las estructuras de polietileno de alta densidad carecen de relleno y vegetación, lo que ha generado desprendimientos y riesgo de deslizamiento de taludes.
Constataron que en los tramos 1, 2, 3 y 4 ninguna de las geoceldas cuenta con el relleno ni la cobertura vegetal necesaria para controlar la erosión, situación que podría agravarse con las precipitaciones pluviales y afectar a las familias cercanas a la quebrada.
La otra, es la acumulación de material excedente. El acceso al depósito de material excedente (DME) se encuentra restringido por conflictos sociales, lo que ha ocasionado que los residuos de la obra se acumulen en zonas contiguas a la quebrada.
Este material, que aumenta conforme avanzan los trabajos de movimiento de tierra, podría provocar deslizamientos y desbordes, poniendo en riesgo la integridad y salud de los pobladores de la zona.
La Contraloría subraya que estas condiciones deben ser atendidas con urgencia para evitar que la obra, destinada a proteger a la población de desbordes de agua, se convierta en un nuevo foco de peligro para las comunidades de Llicua y alrededores.





