El fútbol argentino y latinoamericano está de luto. Este miércoles 8 de octubre, falleció Miguel Ángel Russo, reconocido director técnico con más de tres décadas de trayectoria, a los 69 años de edad. La noticia fue confirmada por fuentes familiares a la agencia EFE y posteriormente ratificada por el Club Atlético Boca Juniors, institución en la que se desempeñaba como entrenador hasta hace pocas semanas.
Russo enfrentaba desde 2017 una dura batalla contra el cáncer de próstata, enfermedad que lo mantuvo bajo cuidados médicos domiciliarios durante sus últimos días. A pesar de su delicado estado de salud, se mantuvo vinculado al fútbol hasta el final, supervisando al equipo xeneize a través de su cuerpo técnico, encabezado por Claudio Úbeda.
Una carrera marcada por la pasión y los logros
Nacido en Valentín Alsina el 9 de abril de 1956, Miguel Ángel Russo fue un símbolo de Estudiantes de La Plata, club en el que jugó toda su carrera profesional como mediocampista central. Como entrenador, dirigió más de 15 equipos en Argentina y el extranjero, incluyendo pasos por Lanús, Vélez Sarsfield, Rosario Central, San Lorenzo, Racing Club, Millonarios de Colombia, Alianza Lima de Perú y Al Nassr de Arabia Saudita.
Su mayor consagración llegó en 2007, cuando condujo a Boca Juniors a ganar la Copa Libertadores, la última obtenida por el club hasta la fecha. En su segundo ciclo, entre 2020 y 2021, sumó la Superliga Argentina, la Copa Maradona y la Copa de la Liga Profesional. Su tercer y último paso por Boca lo encontró nuevamente al frente del equipo en el Mundial de Clubes.
Reacciones y homenajes
La noticia de su fallecimiento generó una ola de condolencias en el mundo del fútbol. Boca Juniors emitió un comunicado en el que destacó su legado, describiéndolo como “un ejemplo de alegría, calidez y esfuerzo”. Clubes como River Plate, Estudiantes, Rosario Central y Alianza Lima también expresaron su pesar y reconocieron la huella que Russo dejó en cada institución que dirigió.
Miguel Ángel Russo será recordado no solo por sus títulos y logros deportivos, sino por su perfil humano, su templanza y su pasión inquebrantable por el fútbol. Su partida deja un vacío profundo en el deporte sudamericano, pero también un legado que perdurará en la memoria de jugadores, colegas y aficionados.
