El Gobierno de Venezuela ha alertado sobre la inminente llegada del submarino nuclear de ataque rápido USS Newport News a sus costas, como parte de un despliegue militar de Estados Unidos en el mar Caribe. La denuncia fue presentada por la Misión Permanente de Venezuela ante Naciones Unidas, que calificó la acción como una “grave amenaza a la paz y la seguridad regional”.
Además del submarino, se prevé el arribo del crucero lanzamisiles USS Lake Erie, en el marco de operaciones que Washington justifica como parte de su lucha contra el narcotráfico. Caracas, sin embargo, sostiene que se trata de una escalada hostil y un acto de intimidación que vulnera el Tratado de Tlatelolco, el cual declara a América Latina y el Caribe como zona libre de armas nucleares.
En respuesta, el ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, anunció el despliegue de 15,000 efectivos militares, drones de vigilancia, buques de gran porte y patrullajes fluviales como parte del operativo “Relámpago del Catatumbo” en zonas fronterizas con Colombia.
El canciller Yván Gil solicitó la intervención del secretario general de la ONU, António Guterres, y exigió garantías verificables de que Estados Unidos no utilizará ni amenazará con armas nucleares en la región. También instó al Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe (OPANAL) a convocar consultas urgentes.
La tensión entre ambos países se intensifica en un contexto marcado por acusaciones cruzadas sobre narcotráfico, soberanía territorial y seguridad regional.






