
Según medios de comunicación internacionales especialziados, en un giro inesperado en los mercados de metales preciosos, la plata ha superado al oro como el metal más rentable del año, impulsada por una combinación de creciente demanda industrial, inversión institucional y tensiones geopolíticas globales.
Durante el primer semestre de 2025, la plata ha registrado un aumento de más del 30%, alcanzando niveles cercanos a los $38.96 por onza, su precio más alto en más de 13 años. Aunque el oro también ha tenido un buen desempeño, con un alza del 26%, la plata ha captado mayor atención por su versatilidad como activo industrial y refugio financiero.
Más del 60% del consumo mundial de plata está vinculado a sectores como la energía solar, los vehículos eléctricos, los semiconductores y la inteligencia artificial. La transición energética y el auge tecnológico han disparado la necesidad de este metal, especialmente en la fabricación de paneles solares de alta eficiencia, baterías y chips de última generación.
Los fondos cotizados en bolsa (ETFs) respaldados por plata han alcanzado niveles récord, con más de 95 millones de onzas adquiridas solo en el primer semestre del año. Esta demanda ha coincidido con una oferta limitada, ya que la producción minera se ha mantenido estancada, generando un déficit estructural por quinto año consecutivo.
La incertidumbre global, marcada por conflictos en Medio Oriente, tensiones comerciales entre EE. UU. y China, y presiones inflacionarias, ha reforzado el atractivo de la plata como activo de refugio, especialmente en mercados emergentes como India, donde la inversión minorista ha crecido un 7%.
Analistas como Citi y WisdomTree proyectan que la plata podría alcanzar entre $43 y $50 por onza antes de finalizar el año. Con una relación oro-plata que ha caído de 100 a 85, muchos consideran que la plata sigue subvalorada frente al oro, lo que podría abrir espacio para nuevas alzas.