
El Chelsea se coronó campeón del Mundial de Clubes 2025 tras vencer 3-0 al PSG en el MetLife Stadium de Nueva Jersey. Sin embargo, lo que más llamó la atención no fue solo el dominio futbolístico del equipo inglés, sino la inesperada participación del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la ceremonia de premiación.
Trump, acompañado por su esposa Melania y el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, entregó el trofeo al capitán Reece James. Pero en lugar de retirarse tras el protocolo, decidió quedarse en el escenario, celebrando junto a los jugadores como si fuera parte del equipo. Su presencia generó confusión entre los futbolistas, quienes esperaban que abandonara el podio para continuar con la celebración.
Cole Palmer, figura del partido con dos goles, expresó su desconcierto: “Sabía que iba a estar aquí, pero no sabía que iba a estar en el estrado cuando levantamos el trofeo”. Incluso se reportó que Trump se quedó con el trofeo original, mientras que al Chelsea se le entregó una réplica.
La escena fue recibida con una mezcla de abucheos y aplausos por parte de los 81,000 espectadores presentes. Algunos interpretaron el gesto como una estrategia política para reforzar su imagen internacional, especialmente de cara al Mundial de 2026 que se celebrará en Estados Unidos, Canadá y México.
Más allá de la controversia, el torneo fue considerado un éxito histórico por la FIFA, con más de 2.4 millones de entradas vendidas y una bolsa de premios que superó los mil millones de dólares. Aunque el Chelsea se llevó el trofeo, el protagonismo compartido con Trump convirtió la final en un espectáculo mediático sin precedentes.