
Foto: Internet
Según los medios y agencias internacionales, la cifra de víctimas mortales por las devastadoras inundaciones en el centro-sur de Texas ha ascendido a 82 personas, confirmaron las autoridades locales este domingo. El condado de Kerr, uno de los más afectados, concentra la mayoría de los fallecidos, con 68 muertes, entre ellas 28 menores de edad.
El desastre se desató tras el desbordamiento del río Guadalupe, que en apenas 45 minutos alcanzó niveles históricos de hasta 9,9 metros de altura, arrasando con viviendas, vehículos y campamentos en su paso. Las lluvias torrenciales comenzaron el viernes, justo antes del fin de semana festivo por el Día de la Independencia, lo que agravó la situación debido a la gran cantidad de visitantes en la zona.
Uno de los puntos más trágicos es el campamento cristiano Mystic, donde 11 niñas y una monitora continúan desaparecidas. El gobernador de Texas, Greg Abbott, estimó que el número total de desaparecidos podría ascender a 41 personas. Las labores de búsqueda y rescate continúan con el apoyo de más de 400 socorristas, helicópteros, botes y unidades caninas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una declaración de emergencia por desastre natural, lo que permite la activación de recursos federales a través de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA). Trump anunció que visitará la zona afectada este viernes.
Mientras tanto, las autoridades han evacuado a más de 850 personas, y se han realizado más de 160 rescates aéreos. Las condiciones climáticas siguen siendo inestables, con nuevas alertas de inundaciones emitidas por el Servicio Meteorológico Nacional.
La región conocida como Hill Country, al noroeste de San Antonio, ha sido descrita por las autoridades como escenario de una de las peores catástrofes naturales en décadas. “No pararemos hasta encontrar a todas las niñas”, declaró el gobernador Abbott, visiblemente conmovido tras visitar el campamento devastado.