Surcos originarios

Por: Víctor Raúl Osorio Alania*

 

Nuestra luz existencial nació decidida, íntegra, muy laboriosa; en el acto, emergió el ser humano para tramontar espacios y tiempos; espacios con vericuetos, tiempos tras luchas por dondequiera.

Errante de aquí para allá, cazaba, pescaba y recolectaba frutos y plantas según el vínculo tribal en el Paleolítico. Aunque suene extraño, salía para entrar a la historia, tenía propia verdad sabida.

Más adelante, descubrió el fuego como su mayor experiencia. Aquel ser fue iluminado con los referidos impactos en el Neolítico, priorizó lo sedentario de buena gana, se hizo competitivo mediante la creatividad hasta superar lánguida concepción. Ahí mismo, surgieron agricultura y ganadería, tal vez prefiera decir, actividad agropecuaria.

Varias épocas pasan y no vuelven solas, trae lecciones para la convivencia humana con el universo y la ecología. Siendo tolerables, parece un ideal consciente para no caer en agravios.

ANTECEDENTE

José Carlos Mariátegui La Chira (1894-1930), periodista, ensayista, político, en 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana, reflexiona sobre la problemática campesina (tierra, explotación e identidad indígena). «Si las necesidades del consumo nacional estuviesen satisfechas por la producción agrícola del país, este fenómeno no tendría tanto de artificial. Pero no es así. El suelo no produce aún todo lo que la población necesita para su subsistencia.» (2007, p. 79)

Al instante, Luis Abanto Morales (1923-2017), cantautor, desgaja contextos mediante Cholo soy y no me compadezcas (1973).

Cholo soy / y no me compadezcas, / esas son monedas / que no valen nada / y que dan los blancos / como quien da plata.

Nosotros los cholos / no pedimos nada, / pues faltando todo, / todo nos alcanza.

Déjame en la puna vivir a mis anchas, / trepar por los cerros detrás de mis cabras, / arando la tierra, tejiendo unos ponchos, / pastando mis llamas / y echar a los vientos / la voz de mi quena.

Dices que soy triste. / ¿Qué quieres que haga? / ¿No dicen ustedes que el cholo es sin alma / y que es como piedra, sin voz, sin palabra? / Y llora por dentro sin mostrar las lágrimas.

¿Acaso no fueron los blancos venidos de España / que nos dieron muerte / por oro y por plata? / ¿No hubo un tal Pizarro / que mató a Atahualpa? / Tras muchas promesas / bonitas y falsas.

Déjame en la puna vivir a mis anchas, / trepar por los cerros detrás de mis cabras, / arando la tierra, tejiendo unos ponchos, / pastando mis llamas / y echar a los vientos / la voz de mi quena.

Déjame tranquilo / que aquí la montaña / me ofrece sus piedras, / acaso más blandas / que esas condolencias / que tú me regalas. / Cholo soy / y no me compadezcas.

PRESENTE

Tuvo malestares (y todavía cuando los tiene) aprendió como si fueran cursos intensivos fitoterapia y fitología. ¡Genial! Fitología es el inventario de plantas medicinales, aromáticas y ornamentales. Fitoterapia úsese para contrarrestar determinados malestares.

El mal de altura se neutraliza con infusión de coca y sin azúcar. Se comprueba estando en las regiones naturales de Puna y Cordillera.

A posteriori al suculento almuerzo, comparten tisana de muña o muñá, porque ayuda en la digestión.

La familia campesina riega las plantas dos veces a la semana y con agua de manantial por la garantía de pureza. Valiosa advertencia. Agua potable tiene cloro y podría causar daño en la flora.

Siembra y cosecha de tubérculos ponderan con absoluta pericia. Los tubérculos nacieron en nuestra patria bajo el horario ancestral. Tome lista en orden alfabético y ascendente: achira, arracacha, camote, mandioca o yuca, maca afrodisiaca, mashwa, mauca, oca, olluco, papa en docenas de variedades, yacón…

 La gente descubrió y compartió los granos andinos. Anote: elogiada quinua, kiwicha madura, contenta cañihua, tarwi o chocho en las montañas luce vestido blanco cremoso; posicional chía con sacha inchi.

Gramíneas llegaron de otros continentes y perduran hasta la fecha, ahí tenemos: inmortal maíz, trigo amical, exhortada cebada, avena honrada, centeno y arroz vinieron del continente asiático. El menú actual refleja su asentamiento.

Cérvidos (venado o ciervo), especies nativas de peces, auquénidos (vicuña, guanaco, llama), cuy o cobayo constituyeron la base alimenticia, y, aún lo constituyen. La caza en circunferencia (chaccu) de vicuñas quedó retratado en abrigos rocosos.

Los ibéricos trajeron consigo otros animales (ovino, vacuno, porcino, caprino, equino), ahora, dichos animales resultan ventajosos en diversos actos.

Afinado entendimiento permite escuchar diálogos y significados en los rebaños.

«Cada oveja con su pareja», sale con balidos en mérito propio. Lanudo carnero explica al cordero la imperiosa labor de efectuar trabajos con gente afin a la profesión u oficio.

«El ojo del amo engorda el ganado», muge en silencio rumiante un trío de becerros. Entonces, vaca y toro formulan cavilación profunda y oportuna para evitar decepciones: en toda faena no basta involucrarse, sino comprometerse con el ciento por ciento de las neuronas.

 

CONSECUENTE

Conclusiones. Uno. Descendemos de raíces campesinas, cuya honestidad hay que mantener y transpolar. La vida surgió en el área campestre, luego pasó al sector urbano.

Dos. El campesino provee alimentos en hogares por generaciones, lo hace superando, unas veces, inundación, otras, sequía, incluso, pandemia e indiferencia…

Recomendaciones. Uno. Formalícese la personería jurídica de las comunidades (nativas y campesinas) para que ejerzan derechos y deberes de forma cabal sobre las posesiones.

Dos. Constrúyase canales de regadío para el florecimiento de los campos de sembrío, sumado a ello la asistencia técnica para garantizar la permanencia de las familias en el sector agropecuario.

Tres. Instálese centros de acopio y procesamiento para recolectar, almacenar y procesar derivados de granos andinos, gramíneas, tubérculos (la instancia gubernamental menciona que el Perú ostenta tres mil variedades de papa, más de una veintena de yuca, camote que supera docenas).

Cuatro. Adquiérase cosechas por parte de los Programas Sociales del gobierno central para distribuir entre sus beneficiarios.

Inti Raymi o Fiesta del Sol, en junio, / deslumbra por el Año Nuevo Andino, / mientras tanto, aguerrido campesino / en solsticio de invierno dé fortunio.

Kulla Raymi (Acto de Fertilidad) / honra a la Pachamama flor de siembre / desde equinoccio de otoño, en setiembre, / bendito logro en propia lealtad.

Kapac Raymi, Fiesta Mayor o Grande / felicita al solsticio de verano, / diciembre marcha como soberano / hasta que la complacencia os demande.

Pawkar Raymi en equinoccio de marzo / se vigoriza en la naturaleza, / los colores en liberal pureza / inspiran para escribir sobre cuarzo.

 

*El Puchkador de la Nieve

Leer Anterior

Poder Judicial suspendió por dos años a Patricia Benavides como fiscal suprema y de la Nación

Leer Siguiente

Mininter elevó a un millón de soles la recompensa por Erick Moreno, alias “El Monstruo”