
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció este martes que su gobierno comenzará conversaciones con los grupos de delincuencia urbana de Barranquilla como parte de una estrategia para reducir la violencia en la ciudad y mejorar la seguridad ciudadana.
Según declaraciones del mandatario, este proceso de diálogo busca establecer acuerdos que permitan la reinserción social de miembros de estas organizaciones y la disminución de actividades criminales que afectan la convivencia en la región. Petro destacó que la iniciativa se enmarca dentro de una política integral de paz urbana que pretende abordar la inseguridad desde una perspectiva social y preventiva.
El anuncio ha generado diversas reacciones en el país. Mientras algunos sectores consideran que el acercamiento con grupos delictivos podría ser una vía efectiva para pacificar la ciudad, otros advierten sobre los desafíos que representa negociar con actores vinculados a actividades ilícitas.
Barranquilla ha experimentado un aumento de hechos violentos relacionados con bandas criminales, lo que ha llevado al gobierno a buscar nuevas estrategias para combatir la inseguridad. El presidente no precisó detalles sobre los mecanismos de negociación ni los criterios para la participación de los grupos urbanos en este proceso.
Las autoridades locales y la ciudadanía estarán atentas al desarrollo de esta iniciativa, que podría marcar un precedente en las políticas de seguridad urbana en Colombia.