Trabajar por la educación en Puerto Inca representa un gran reto, ya que se deben considerar múltiples factores: el uso de siete idiomas en el ámbito educativo, las limitaciones logísticas de la institución, los problemas limítrofes y la amplitud territorial que abarca un tercio del departamento, señaló el profesor Pompeyo Ariza Flores, director de la Ugel en esa provincia.
Uno de los principales desafíos es la diversidad lingüística. En Puerto Inca se hablan cuatro lenguas originarias amazónicas—ashaninka, shipibo, kakataibo y yanesha—cada una con su propio idioma. A esta riqueza lingüística se suman los migrantes provenientes de la vecina provincia de Pachitea, quienes hablan quechua, además del español como idioma oficial del país y el inglés como parte de la formación educativa complementaria.
Ariza Flores destacó que, pese a los desafíos, esta diversidad puede convertirse en una fortaleza para la educación en Puerto Inca, permitiendo que los escolares se formen en tres idiomas: el de su etnia, español e inglés. Este enfoque multilingüe debería ser uno de los objetivos prioritarios en la educación de la región.
No obstante, el director lamentó la falta de docentes bilingües nombrados, pues de más de 40 plazas orgánicas, ninguna cuenta con esta condición. Debido a ello, la contratación de docentes se realiza bajo la nueva normatividad, que prioriza a quienes tengan título pedagógico en educación bilingüe, seguido por bachilleres y, en última instancia, egresados. Esta situación representa un gran obstáculo, dado la escasez de docentes en el departamento y en regiones vecinas, donde se recurre a institutos pedagógicos de educación bilingüe y universidades.
Ante esta problemática, la Ugel Puerto Inca puso en marcha un programa de capacitación docente con el apoyo de la Federación de Comunidades Nativas, que ha gestionado ponentes provenientes de Ucayali. Esta iniciativa busca fortalecer la formación en educación bilingüe, proporcionando metodologías adecuadas más allá del simple conocimiento de la lengua originaria.
Otro aspecto crítico es la calidad de los libros de educación bilingüe proporcionados por el Ministerio de Educación. En el caso del kakataibo, los textos han sido diseñados en base a las características lingüísticas de las comunidades de Aguaytía, lo que genera diferencias con las variantes de Puerto Inca. Lo mismo ocurre con el quechua en distintas zonas, así como con el yanesha y, en menor medida, con el shipibo.
En cuanto al proceso de contratación, Ariza Flores informó que han logrado cubrir el 100% de las plazas en secundaria, mientras que en primaria la atención a nuevas instituciones se maneja mediante la racionalización docente. En educación inicial, algunas instituciones aún esperan cobertura, debido a la alta movilidad migratoria anual en las comunidades nativas.
Otro problema que preocupa es la existencia de varias instituciones educativas en zonas limítrofes con Pasco, Ucayali y Pachitea. En total, hay diez escuelas cuya jurisdicción debe ser reordenada, tres de ellas deberían retornar al ámbito de la Ugel Puerto Inca, mientras que otras deben ser devueltas a Ucayali.
En cuanto a los efectos de las lluvias e inundaciones, el impacto ha sido menor en comparación con años anteriores, aunque algunas instituciones en Honoria requieren atención en sus techos.
Asimismo, la situación logística es crítica: con más de 300 instituciones educativas y más de 1,100 docentes a cargo, la Ugel no cuenta con una camioneta operativa para recorrer las carreteras, pues la anterior fue dada de baja. Aunque el Gobierno Regional de Huánuco ofreció una nueva unidad, aún no se concreta la entrega. Para llegar a las comunidades más lejanas, se dispone de un deslizador, pero su motor necesita ser reemplazado.
Actualmente, la Ugel Puerto Inca opera en ambientes prestados por dos instituciones educativas, pero debido al crecimiento estudiantil, se han visto obligados a desalojar uno y pronto deberán abandonar el segundo. Por ello, buscan opciones temporales, como el mercado de Puerto Inca, mientras gestionan la construcción de su propio edificio ante el Gobierno Regional. Ya cuentan con un terreno de una hectárea para este propósito.
En el ámbito de salud escolar, trabajan en la prevención del dengue en coordinación con el sector Salud, promoviendo el recojo de inservibles y la adopción de hábitos de limpieza mediante concursos escolares.
