
Por: Fortunato Rodríguez y Masgo
La Nación Panatahua, población etno amazónica del Perú, cuyos orígenes es milenaria descendientes de la familia Arawak Maiporeano, cuya lengua es Arawak, pueblo originario de la Amazonia, habitaba dentro un territorio extenso del Valle del Huallaga, localizado desde el ingreso al rio Panao, hasta el río Tulumayo por la margen derecha y desde el río Jaupar hasta el río Monzón por la margen izquierda, si hablamos hoy, estamos dentro de las provincias de Leoncio Prado, Pachitea, Huamalíes y Huánuco. Es decir, parte de la selva del departamento de Huánuco.
Fueron una cultura amazónica desarrollada para su tiempo y espacio, se desplazaban por una red de caminos construidos apropiadamente con lajas de piedra y barro, tendiendo puentes colgantes sobre ríos y quebradas, no toleraban obstáculo alguno. Esto lo permitían una comunicación fluida con sus vecinos como eran los Chupaychus, y Yaneshas, llegando incluso a intercambiar sus productos con culturas quechuas asentadas en la parta andina de Huánuco.
Eran guerreros por naturaleza, temibles y aborrecidos por sus enemigos; entre ellos, los Tulumayo, quienes se unieron con el ejército español al mando del capitán Gómez Arias Dávila, con el propósito de conquistar las tierras de los panatahuas. Pero esto no sucedió, porque fueron enfrentados con valentía y coraje, llegando a expulsarlos como sucedió en la montaña de Chinchao en 1557 (OZ.1972: 239).
El imperio incaico tampoco pudo penetrar al territorio de los panatahuas, por el enfrentamiento feroz que tuvieron con los guerreros aborígenes, los incas solo lograron delimitar su territorio hasta donde “pudieron avanzar” con torreones de vigilancia “fronteriza” a cargos de vigías que estaban atentos las 24 horas del día, y tambos construidos base de piedra y barro, que les permitían acoger a una población pequeña de andinos desplazada, cuya misión eran sembrar, cultivar y cosechar la sagrada coca y el maíz. El Inca, jefe supremo llegó a un pacto con los panatahuas, respetar sus territorios, e integro a sus guerreros al ejercito incaico, creando un batallón elite conformado por experimentados combatientes panatahuas diestros en el manejo de la lanza, el arco y la flecha.
Es necesario puntualizar, el ejército de los panatahuas estuvo presente en la revelación de Juan Santos Atahualpa en la Selva Centra en 1742 a 1752, desarrollando acciones guerrilleras contra el ejército español y en la expulsión de los misioneros que se encontraban desarrollando la evangelización de esta parte de la Amazonia. Su propósito era reconquistar el territorio y expulsar a los invasores e intrusos. Esto demuestra, desde los pre incas, en el tiempo de los Chupaychus, Yaneshas, luego con la presencia de los incas, posteriormente con los españoles, ya los Panatahuas estuvieron presentes.
El territorio Panatahua no fue conquistado por los incas, menos por el ejército español, por la férrea defensa de sus guerreros. La corona española al ver la resistencia de los aborígenes, decidió invertir o financiar la misión evangelizadora de los misioneros; de esa manera, ingresar al dominio de los panatahuas, con el propósito de conquistar nuevas tierras, nuevos territorios y en busca de tesoro de oro y plata, esclavizar a su población. Esto fue su fin. Más no el espíritu cristiano. Esto está claro, qué hicieron los reyes de España, el Virrey en el Perú, la alta esfera de la misión franciscana con referencia a las epidemias que mató a miles de miles de panatahuas. No actuaron en la prevención de contrarrestar esta peste, sólo demostraron su indiferencia, su lado inhumano con el prójimo indefenso. Lamentablemente la historia no habla de este hecho; pero es necesario saber.
Con referencia a las construcciones de los panatahuas, eran bajo los parámetros del clima selvática, sus edificaciones fueron a base de troncos de árboles, y carrizos, techados de hojas de palmeras, umiro y otros; las mismas, eran tejidos cuidadosamente para protegerse de la lluvia y del sol, manteniendo la frescura en su interior. Sus viviendas eran edificadas a base de troncos, cuya plataforma eran elevados del ras de la tierra, para protegerse de las precipitaciones fluviales o los oconales que se formaban, luego de la lluvia. Muchas de estas no tenían puertas, menos ventanas. Siempre consideraban un fogón de candela a base de piedras para cocinar sus alimentos. Estas son las razones, que no se puede hallar vestigios o restos arqueológicos de esta cultura etno amazónica en la actualidad.
Otra característica que debemos mencionar, cuando un Panatahua deciden contraer nupcias o unirse en pareja, ambos acuerdan ir a vivir en un lugar lejos de familiares y amigos. No aceptaban vivir al lado de los padres o hermanos. En el futuro esta unión formaba un núcleo de familia conjuntamente con otros, daban origen a un pueblo más. De esa manera, se expandían, se multiplicaban o se arraigaban la población aborigen a lo largo y ancho de su territorio, como también tomaban otro nombre para identificarse, desligándose así de la nación Panatahua, pero seguían unido por vinculo de sangre y familiar.
FUENTE: Crónicas Breves de un Etnocidio por Fernando Santos. Cultura Asháninka por Fortunato Rodríguez y Masgo. * (Investigador de la Cultura Asháninka). Foto: D.R. referencial.