Elita Laveriano Calderón (62) era madre de tres hijos y junto a su esposo vivía en el inmueble ubicado en la cuadra 5 del jirón Huallayco de la ciudad de Huánuco. Todo era felicidad hasta el 19 de enero del 2025, cuando su vida cambió para siempre tras ser embestida por una camioneta sin control.
Producto del violento impacto, la madre de familia sufrió graves lesiones por lo que los médicos del Hospital Regional Hermilio Valdizán tuvieron que realizar una resección de intestinos y extirparon el bazo para frenar la infección, pero su estado no mejoraba por lo que fue sometida a otras intervenciones quirúrgicas con la esperanza de salvarle la vida.
Para el 21 de enero (dos días después del accidente), la familia necesitaba nueve unidades de sangre 0+ y ya nos podemos imaginar en estos más de 30 días que Elita estuvo internada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) cuantas unidades de sangre requería. Amigos, allegados y compañeros de sus hijos organizaron una cruzada con la finalidad de recaudar fondos y apoyar a la familia Salazar Laveriano.
Los días y semanas transcurrieron, pero el estado de salud de la paciente no mejoraba hasta que finalmente ayer a las 4:30 de la madrugada no soportó y un paro respiratorio cegó su vida para siempre causando dolor y lágrimas en sus seres queridos que desde el día uno del accidente, estuvieron pendiente y no perdían la esperanza de que pueda recuperarse.
JUSTICIA. En comunicación telefónica con Tu diario, una de sus sobrinas pidió justicia para Elita, quien fue atropellada cuando caminaba con dirección a la casa de su suegra. Contó que Juan Carlos Tarazona Espinoza ni sus allegados, tampoco su abogado los buscó para conocer el estado de salud de su tía. “Dice que estaba mal del corazón y que al momento de embestir a mi tía sufrió un infarto, como una persona que tenía problemas con el corazón estaba al volante, es negligencia de las autoridades”, declaró.
El accidente de tránsito que acabó la vida de la madre de familia ocurrió en la cuadra 5 del jirón Independencia y fue ocasionado por la camioneta negra, marca Haval, modelo Nwe H2 de placa W4T-109 el cual era conducida por Juan Tarazona Espinoza.
