Por: Roger Rondón Bardón
El Ayhuallá o Pachawala (despedida) es el colofón musical excelso, insertado con genialidad en el instante crucial de la despedida de la hermosa e inigualable «Danza de los Negritos de Huánuco».
La melodía dulce, quejumbrosa, dolida y nostálgica, inspiración del Maestro Joaquín Chávez Ortega, que plasmó con sentimiento telúrico este inexorable momento que sintetiza con exquisitez musical el último instante decisivo, de la finalización de la danza que expresa el sentir nostálgico, pleno de tristeza. Estado emocional de plenitud máxima, nos advierten; probablemente hasta el éxtasis de lágrimas, de integrantes de la cuadrilla, gatillines (ayudantes de los bailantes) ), y de la misma población que los sigue. Trasciende y grafica la añoranza, el adiós del Ayhuallá.
La despedida de los bailadores, tras tres días de extenuante demostración dancística, desde las antes anchas y polvorientas calles, hasta hoy, la ciudad con «aire acondicionado», con nueva morfología urbanística, las ciudades provincianas, los pueblos y villorrios huanuqueños más lejanos. nos dejan en la retina instantáneas de un mosaico colorido recuerdo; como el tolerante sudor, lágrimas y alegrías, durante los tres momentos de la cofradía en que los danzantes muestran habilidad y genialidad; despojándose de su indumentaria, muy en especial de máscaras, cotones, sombreros y demás pertrechos; utilizados artísticamente por dotados ejecutantes de gran talento, armonía, devoción cristiana, cuando cada figura de la comparsa, muestran las mudanzas.
David Machuca Chocano, autor de la letra más sublime del Cóndor Pasa, y del ensayo poético «Ladrón de Empanadas», nos deja una glosa al Ayhuallá, que lo transcribimos Ad Pedem Literae : «Despedida de la fiesta ;»Ya me voy». Esta parte va acompañada por la música de la «Pachahuala», (¿Pacha Ayhuallá?), que se ejecuta únicamente ese día. No es motivo de la danza ni la acompaña desde sus inicios. Se introdujo como contribución del viril pueblo domaíno, gracias a la inspiración del renombrado músico Joaquín Chàvez Ortega, hijo Ilustre de Dos de Mayo, entre la cuarta y quinta década del novecientos».
Joaquín Chávez Valladares, hijo del Maestro Chávez y Salomón Chávez Cruz, nos dicen en el libro, precisamente titulado EL MAESTRO CHÁVEZ, entre algunos aspectos de la vida y obra de Chávez Ortega: «Fue un excepcional músico que silenciosamente contribuyó al enriquecimiento de nuestro folclore.
Es importante el estudio de nuestro personaje, dado que su vida y obra rebasa de lo común, pues de los noventiun años de su longeva y fructífera existencia, 76 años, las dedicó exclusiva y únicamente al ejercicio de la música en sus diferentes expresiones (…).
Los descendientes del músico Joaquín Chávez al referirse al Ayhuallá, manifiestan, en otro párrafo del prólogo del libro antes mencionado, refiriéndose brevemente al Ayhuallá esciben: «… Don Joaquín Chávez Ortega se consagró en el área de las creaciones, composición y docencia de la música, encontrándose en poder de nosotros y algunos de sus discípulos más de doscientas obras de todo género, sobresaliendo entre ellas la popular música PACHA HUALLAY conocida hoy como la DESPEDIDA DE LOS NEGRITOS.».
Joaquín Chávez Valladares, nos relata que entre 1933 y 1935, su padre: «apreció en todo su esplendor y belleza nuestra danza de los negritos llamada» «Cofrería», fue tanto su cariño y admiración por esa danza, que en el año 1933, en el pueblo de Chaucha comprensión de la provincia de Ambo, en circunstancias que se hallaba amenizando la fiesta del año nuevo con la murga de los Solano, fue que conmovido por la pronta despedida de la pomposa fiesta de los negritos, del que por primera vez participaba, creó la emotiva música andina a ritmo de Cofrería que la tituló DESPEDIDA».
La obra musical en partituras del autor del Ayhuallá, debe ser motivo de una exégesis, además de su trayectoria como músico en las diferentes bandas musicales que formó en Huánuco y en otros lugares del Perú. Tan es así que fue director de la banda de músicos de la armada peruana en su condición de oficial de mar y le dio la oportunidad de representar al Perú en certámenes de bandas realizadas en Costa Rica El Salvador. Honduras y Panamá.