Al cierre de la temporada de incendios forestales en el departamento de Huánuco, el Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) Huánuco reporta un registro estadístico de 268 incendios ocurridos entre el 25 de mayo y el 11 de noviembre del presente año.
En el reporte detallado, desde el primer incendio en Pizpanga, San Francisco de Cayrán, provincia de Huánuco, hasta el último en Tantamayo, provincia de Huamalíes, se destaca que, afortunadamente, no causaron pérdidas de vidas humanas, heridos, ni desaparecidos. Sin embargo, 242 damnificados que perdieron sus pertenencias y afectaron a 2224 personas, sumando un total de 2466 afectados, según Roly Basilio, integrante del equipo técnico del COER Huánuco.
En cuanto a las pérdidas materiales, registraron 58 viviendas inhabitables, 55 viviendas destruidas y 117 viviendas afectadas parcialmente, además de una institución educativa en la provincia de Puerto Inca. En infraestructura, 7980 metros lineales afectados y 59 642 metros lineales de canales de irrigación perdidos en un total de 159 tramos. También dañaron centros arqueológicos, como en Tantamayo, provincia de Huamalíes, y en otras provincias.
En cuanto a la ganadería, reportaron 400 vacunos afectados, 10 vacunos perdidos, 1871 ovinos afectados y 131 ovinos perdidos. Respecto a las tierras, registraron 6377 hectáreas de cobertura natural afectadas, 549.5 hectáreas de bosques y 1505 hectáreas de cultivos afectados, además de 1398 hectáreas de cultivos perdidos.
El equipo técnico del COER Huánuco señaló que las cifras de 2024 se quintuplicaron en comparación con 2023, cuando los registros no superaron los 50 incendios.
Roly Basilio planteó una reflexión sobre las consecuencias de los incendios forestales del presente año. Donde había plantaciones y se produjeron incendios, se generó una grave inestabilidad de los suelos. Con las fuertes lluvias ha ocasionado la activación de quebradas con deslizamientos y huaicos.