El Quivillano despabila melodías

Por: Víctor Raúl Osorio Alania*

Una incógnita ronda por mi mente, pero es la hora de escribir halagüeño capítulo de un tema pendiente. ¡Sonrío varias veces! El disco de vinilo, cual eficaz rotonda, gira y emite melodías, parecen gorjeos de gaviotas o modos del río Marañón o favoritos gemidos de altozanos que rodean a Quivilla desde los 2938 metros de altitud hasta más arriba. Cálido a ras del torrente, nuboso por las alturas de Wamash Punta.

Zenén Abdón Vega Martel, “El Quivillano”, merece pasarelas, conciertos, programas especiales y continuos desde Huánuco hasta Quivilla y de ahí hasta Lima y el mundo; hay que hacerlo con bandurrias (trinen guitarras), cantantes, luces, pompones, bailantes, violines (pequeños y firmes), colores, hurras y mencionando el derecho de autor.

Amorcito, visitemos Quivilla / que parece dilatada lunilla, / luego, cantamos con El Quivillano / apreciando su medio ambiente sano, / inigualable río Marañón / paso a paso hace ralentización. (Pareados).

 

BIOGRAFÍA

“El Quivillano” es idóneo remoquete y gentilicio, pues, vino al mundo el 30 de julio de 1951 en Quivilla (Dos de Mayo), expira, en Lima, el 25 de mayo de 2021.

Tantamayo (albergue de rascacielos preincaicos) proporcionó gnosis en educación primaria y parte de educación secundaria. Cuarto y quinto grado de secundaria lo hizo en Cerro de Pasco, ciudad techo del mundo.

Figura destacada como cantante, bajo el marco musical de “Los Radiantes” de Huamalíes y “Los Cantineros del Ande”. Estuvo casado con Edita Huaytán Sobrado con quien ha sobrellevado alegrías maduras y nuevas.

Tuvo que locutar desde Radio Independencia (Lima) 1550 AM para mantenerse vigente, dicha actividad remataba con presentaciones en el Perú, de modo usual mostraba el puño derecho o vista palmar o pulgar hacia arriba, mientras la izquierda “escuchaba” el sístole y diástole del corazón.

Unas veces, vestía pantalón azul con cinta blanca vertical en los costados, camisa nívea, cotón granate bordado, lienzo dorado en el cuello; otras veces, pantalón blanco con franja guinda en los laterales, camisa crema, cotón rubí calado al estilo de la negrería, pañuelo dorado a modo de corbata; en ocasiones privativas, pantalón castaño claro (beige), camisa celeste, chaleco y poncho habano; asimismo, lucía pantalón beige, alba camisa, chaleco azul con bordado disímil, dos pañoletas rojas (en el cuello y la mano izquierda, a la par).

OBITUARIO

Toda muerte es dolorosa, no obstante, los dolientes cuando perciben el apoyo dan el pecho y agradecen. En el muro familiar de las redes sociales dejaron este obituario.

Desde Cusco: De la familia Jiménez Morveli, Ignacio Jiménez Bravo y familia, ofrecemos nuestro profundo pésame a su familia por la partida al cielo del tan querido señor Zenén Vega, que Dios lo guarde y tenga en su gloria siempre (Ignacio Jiménez).

Vuela alto estimado amigo, Zenén Vega Martel, Dios te tenga en su gloria, hoy, ya cantarás en el cielo tus hermosas canciones, desde allí cuida a tu amada esposa e hijos. No hay palabras de consuelo en estos momentos de tanto dolor Diosito les de mucha fuerza y resignación. En algún momento nos tocará partir a nosotras por el mismo camino, solo tomaste la delantera (Adela Zarzosa Atusparia).

A toda la familia Vega Martel mis condolencias por la partida del famoso artista de la época, don Zenén, más conocido como El Quivillano de Oro. Alicia Vega Martel, para ti en especial, un fuerte abrazo, Shalom (Héctor Ricapa Chamorro).

Que noticia muy triste, un amigo y artista nos deja, mis condolencias a toda su familia y Dios lo tenga en su gloria a Zenén Vega Martel (Gregorio Hurtado Alania).

CONTEMPORÁNEOS

Ernesto Samuel Sánchez Fajardo, Jilguero del Huascarán (Bambas, 1928-Lima, 1988), María Dictenia Alvarado Trujillo, Pastorita Huaracina (Malvas, 1930-Lima, 2001), Arturo Reyes Rosales, Jilguero de Llata (Llata, 1934-Lima, 2024), Zenén Abdón Vega Martel, El Quivillano” (Quivilla, 1951-Lima, 2021) fueron contemporáneos porque nacieron en el mismo siglo y tienen más de una coincidencia a lo largo de la propuesta musical.

 

REPERTORIO

La vastedad creativa relumbra mediante Camioncito huanuqueño, Cholita domaína, Cien palomas, Condorcito, Dos hermanitas, Huaynos cerreños, Letra más letra, Ocho libras mal gastadas, Orillas del río Marañón, Piedra labrada, Wamash Punta…

 

CONDORCITO (Huayno). Condorcito de las punas (bis), / desde lo más alto, / sabe contemplar / las ingratitudes de esta mujer, / desde lo más alto, / sabe divisar / las pretensiones de esta mujer.

Hay Quivilla tierra mía, / Dos de Mayo tierra hermosa, / porque pues pretendes que me vaya, / porque pues pretendes que me aleje, / porque pues pretendes que me vaya, / porque pues pretendes que me aleje.

Fuga. En el río Marañón / encontré cuatro patitos, / uno de ellos decía: / no hay amor como el primero, / no hay amor como el primero (bis).

Comentario. La tierra llama y el ser humano aclama el sitio natal, la visión del cóndor indica nostalgia y querencia, cercanía y lejanía, viaje y retorno, ecología y realidad.

 

OCHO LIBRAS MAL GASTADAS (Huayno). Mi camisa mal planchada, / mi ropita mal lavada, / llatinita pretenciosa / ocho libras mal gastadas. // Mis ojitos lloran tanto, / mi corazón sufre mucho, / paisanita orgullosa / no me mires con desprecio.

Desde lejos te estoy viendo / todo lo que vas haciendo, / paisanita orgullosa / cumple todas tus promesas (bis)…

Apostilla. La Libra peruana fue usada entre 1898 y 1930, obvio, en Cerro de Pasco y otros espacios mineros tal designación numismática ha perdurado por más décadas en expresiones y escritos, eso ha cogido el autor. Una libra era igual a 10 soles de plata.

 

DERRUMBE DE LA MINA (Huayno). El derrumbe de la mina / casi-casi me ha matado, / la divina providencia / me ha salvado de la muerte. // Bella imagen Virgen de Lourdes / ruega por tus hijos mineros / que luchamos en la mina / para el progreso de la patria.

En tu patio planté un pino / en tu balcón una rosa / así lo mismo yo te he querido / con todito el corazón…

Glosa. El venero debe ser la zona más temida, se extrae minerales muy a pesar de poder perder la vida, por ello, buscan refugio en deidades cristianas y dioses andinos.

 

VENIA

La música de hechura pastoril / viaja como indiscutible candil, / hay tarea domaínos, ¡urgente! / huanuqueños, ¡viva el acto decente! / Peruanos de explícito sol naciente / este arte también brille en el poniente. / Zenén Abdón Vega Martel, ¡presente! / “El Quivillano”, ¡armonía consciente! (Pareados)

 

*Docente de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos

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