
El Senado de los Estados Unidos ha aprobado una ley que obliga a ByteDance, la compañía matriz de TikTok con sede en China, a vender la popular plataforma de videos en un plazo de doce meses. Esta legislación, respaldada previamente por la Cámara de Representantes y firmada por el presidente Joe Biden, plantea interrogantes sobre el futuro de TikTok en el país.
Con una base de usuarios de alrededor de 170 millones en Estados Unidos, TikTok tiene un margen de 270 días, aproximadamente nueve meses, para encontrar un comprador que no sea de origen chino y así continuar sus operaciones en territorio estadounidense. La Casa Blanca tiene la facultad de extender este plazo una vez, por 90 días adicionales. Durante este tiempo, la aplicación permanecerá activa, pero si no logra cumplir con los requisitos establecidos, enfrentará la eliminación de las tiendas de aplicaciones, impidiendo su actualización o descarga desde la App Store o Google Play.
Grandes empresas como Meta, Google o Microsoft podrían estar interesadas en adquirir TikTok, aunque la competencia ya es fuerte con la presencia de YouTube Shorts y Reels en Facebook e Instagram.
La respuesta de TikTok no se ha hecho esperar. El CEO de la empresa, Shou Zi Chew, ha declarado que esta ley equivale a una prohibición de facto de la plataforma en Estados Unidos y que buscarán respaldo en los tribunales, argumentando que TikTok encarna los valores de libertad de expresión estadounidenses.
El pasado 7 de mayo, TikTok confirmó su demanda contra Estados Unidos, alegando que la ley en cuestión prohíbe una plataforma de expresión a nivel nacional y restringe a los ciudadanos de participar en una comunidad en línea con más de mil millones de usuarios en todo el mundo.
Los críticos principales de TikTok en el Congreso estadounidense sostienen que la aplicación podría representar una amenaza para la privacidad de los usuarios al permitir al gobierno chino recopilar datos sensibles con fines de espionaje y manipulación. No obstante, TikTok ha asegurado haber invertido sumas significativas en la protección de datos.
Incluso Elon Musk, propietario de la red social X, ha expresado su desaprobación hacia esta medida, aunque podría resultar en beneficio para su propia plataforma.
Este conflicto no se limita al territorio estadounidense. TikTok enfrenta desafíos similares en la Unión Europea, donde recientemente suspendió un programa de recompensas en Francia y España debido a preocupaciones regulatorias sobre posibles comportamientos adictivos, tras una investigación de la Comisión Europea.