
(Reluce Ambrosio Casquero Dianderas)
Por: Víctor Raúl Osorio Alania*
CASQUERO
Sapientísimo abril, a vuestra diestra / reluce Ambrosio Casquero Dianderas / con aportes floridos en maneras / que buscan llegar hasta la siniestra. // Ambrosio Isidoro, cerropasqueño, / destaca con retos y circunstancia / desde aquella beneficiosa infancia / que retahíla incluso en dócil sueño.
Lectores y clubes carnavalescos / recuerdan mensaje, cadencia, rimas, / vibran añejas calles, nuevas minas, / tras bellos contenidos pintorescos.
Jirón Huamachuco, Cerro de Pasco, / imita tus kilómetros andados, / porque al círculo gris causaste enfados / no tan habituales hasta el peñasco. (VROA, cuartetos: ABBA, CDDC, EFFE, GHHG).
HOMENAJE
Ambrosio Isidoro Casquero Dianderas (Cerro de Pasco, abril 4 de 1898 – Ídem, mayo 28 de 1942). Washington Irving, americano, autor de Una historia de Nueva York (1809), capta su atención a plenitud, por ello, anota como Ambrosio W. Casquero.
El festejado atañe a un linaje que tuvo siempre lazo con las artes plásticas, literatura, periodismo, suficiente aludir a Daniel Florencio (hermano), Rolando Casquero Alcántara (sobrino).
1998 fue declarado “Año Centenario del Nacimiento del Poeta Cerreño Ambrosio Casquero Dianderas”, por ordenanza N.° 007-1998 de la Honorable Municipalidad Provincial de Pasco.
¿Feliz coincidencia? Con el siglo del poeta cerreño, Ambrosio Casquero, en el ámbito mundial de la literatura también se recordó los centenarios de otros grandes escritores: Federico García Lorca (1898-1936) con Bodas de sangre, Vicente Aleixandre y Merlo (1898-1984), español, Historia del corazón; además, el dramaturgo alemán Bertolt Brecht (1898-1956), autor de Madre coraje.
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Rolando Casquero Alcántara, en Abril, mes de las letras y del arte (1998), manifiesta: Ambrosio nació del matrimonio de Florencio Casquero Castro y Lidia Dianderas Urbina. Fue inscrito en el registro civil como Ambrosio Isidoro, pero él mismo cuando joven cambió su segundo nombre por Washington en homenaje al escritor norteamericano Washington Irving, que mucho admiró. También admiraba mucho a Abraham Valdelomar, el gran poeta iqueño. Inspirándose en ambos para escribir sus primeras cuartillas con versos que marcaron su inicio.
El pintor pasqueflo, Leoncio Lugo, fue otro de sus amigos que lo condujo por la senda del arte pictórico y aún hoy en la casa solariega de la plaza “Carrión”, Cerro de Pasco, existen algunos lienzos que pintaba, matizando arte poético con ello. En 1938 editó su primer libro titulado El sendero iluminado, un poemario magnífico donde plasma todo el sentimiento de su alma cerreñista.
En 1941, el Concejo Provincial de Pasco en reconocimiento a su valía poética edita su poemario Voz del ande y otras voces. Sólo dos obras editadas le permitieron llegar al público, lo que fue suficiente para adquirir fama, admiración y reconocimiento en los círculos locales, del país y del exterior.
HUAYNOS Y MULIZAS. El vate Ambrosio W. Casquero Dianderas tampoco pudo evitar el incursionar en la composición de letras de los huaynos y mulizas características de esta tierra, sobre todo en época de carnavales que le han dado prestigio regional. Y es así que su producción en este campo es vasta con poemas hecho música, y que son verdaderas joyas poéticas, tuvieron eco dando fama y prestigio a numerosos clubes carnavalescos:
1924, Club Juventud “Apolo” III. Muliza, música de Gregorio Chávez; Huaynito, música de Nicéforo Bravo.
1925, Club Juventud “Apolo” IV. Ñusta huraña (huayno), música de Nicéforo Bravo, Flor cerreñita (muliza), música de Armando Paredes Ugarte.
1927, Club Juventud “Apolo” VI. Ritmo de pasión (muliza), música de Armando Paredes Ugarte.
1929, Club Juventud “Apolo” VIII. Arpegios (muliza), música de Adrián Galarza Gallo.
1930, Club Juventud “Apolo” IX. Adorada musa (muliza), música de Adrián Galarza Gallo.
1930, Club “Vulcano” XXIV. Mi cerreña (muliza), música de Daniel Rojas.
1932, Club “Lira Cerreña”. A ti cerreña (muliza).
1934, Club “Lira Cerreña”. Confesión (huayno-serenata), música de Darío Yacolca G.
1935, Club “Lira Cerreña”. Notas de pasión (muliza), música de Armando Paredes U.
1936, no recuerda el club que lo interpretó. Ha vuelto a mí la existencia (muliza).
INÉDITOS. El libro de los tiempos viejos, una serie de tradiciones cerreñas (en prosa); De estas tierras altas, poemario muy bien logrado. También permanecen inéditos los libros: Lienzo andino (1925), Poesía nueva (1928-1930), Canción del minero y otros poemas (1925); y, otros más que escribió hasta su fallecimiento ocurrido en 1942.
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Lienzo andino, inédito de Ambrosio Casquero, abriga Visiones de la sierra en tres apartados.
Visiones de la Sierra: / Por el caminillo; / bajo el sol ardiente / grupos en cinco –ellos y ellas– / indios que vienen de la Quebrada Honda. / Vienen hundiendo sus fatigas / en la verde fuente de la coca.
Y así, ellos ríen y ríen, alegres. / ¿Y qué parlan en la fluida keswa del Incario? / Y traen a las espaldas un hato / de unos productos del agro. / Y el mercado de la venta los espera.
(Y el poeta dice / en su claridad de luces:) / la vendimia les daría la vida / como el sol da sus luces…
ANÁLISIS LITERARIO. Estrofas. La primera estrofa consta de siete versos libres. Así: «indios que vienen de la Quebrada Honda» se erige como el verso más extenso en 12 sílabas gramaticales y 11 sílabas métricas. Ahí mismo, «Por el caminillo» es el más corto con 6 SG y 6 SM.
La segunda estrofa perpetúa cinco unidades lineales y autónomas como viento por conocer. «¿Y qué parlan en la fluida keswa del Incario?», interroga en 14 SG y 14 SM. En tanto, «de unos productos del agro» se aferra en 9 SG y 8 SM.
Lexicología. Sierra, caminillo, indios, quebrada honda, coca son términos usuales en el Perú. Ambrosio Casquero usa el término “sierra” por Cerro de Pasco que ocupa la región puna (4.338 metros de altitud). “Caminillo” es la senda que permite avanzar en aroma botánico; “indios” llama a las personas que hacen de peones, obvio, el autor escribe a la usanza de su época; “quebrada honda” es la analogía de floresta o selva; y, “coca” valida el uso ancestral de los Andes. Ej.: Aovada coca está dulce, los tórtolos vivirán felices.
Ríen, incario, hato nótese en el párrafo dos. Los pueblos originarios del Ande y la Amazonía cumplen labores colectivas con ahínco, respeto y alegría. «Y así, ellos ríen y ríen, alegres». El vocablo “incario” por sus pares incaico y Tawantinsuyo. Propone “hato” por atado.
Luces y vendimia dan audiencia sin miedo en la división tres. Ambrosio Casquero Dianderas, poeta abrileño, pido cita especial para auscultar otras entregas tuyas.
*“El Puchkador de la Nieve”