La vida de Laura Hilmer Gonzáles Saavedra ha tenido un giro de 180 grados desde que ingresó a la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP) de Loreto, en primer puesto. Su deseo de hacer realidad su sueño de convertirse en ingeniera agrónoma la llevó a emprender el desafío de postular para seguir creciendo como profesional.
Laura Gonzáles Saavedra es jubilada del magisterio como profesora de educación inicial y vio que era momento de concretar un antiguo anhelo que siempre anidó en su corazón. Acaba de ingresar con el primer puesto a la facultad de Agronomía. Y ya realiza sus trámites administrativos, dado que sus clases empezarán en abril.
Sin embargo, ya sabe que deberá salir a primeras horas de la mañana de su casa, ubicada en la ciudad de Iquitos, para no perderse el servicio de movilidad que ofrece diariamente la UNAP a los estudiantes de esa facultad.
Con las mañanas frescas y el sol brillante, Laura se dirigirá a la plaza universitaria Serafín Filomeno como una nueva alumna, para subir a uno de los buses que, entre las 6:00 y 9:00 de la mañana, la trasladará al lugar.
Una hora de distancia separa la ciudad de Iquitos con la universidad. Y aunque no empieza clases en la facultad de Agronomía, ya está imaginando cómo serán porque sus profesores le han contado que las prácticas se desarrollarán en esa especie de laboratorio natural que es la Selva, que rodea esa casa de estudios.
Laura Gonzáles Saavedra se presentó al examen de Admisión del 7 enero último, en la modalidad Exonerados/Especiales/Convenios de la UNAP 2024-I fase, a cargo de la Dirección de Admisión de la UNAP.
Una mañana se acercó a las instalaciones de la UNAP para saber si tenía opción de postular al examen de Admisión. Le contestaron que sí, e inmediatamente se matriculó en una academia para prepararse.
Es común ver a muchos jóvenes acercarse a esa casa de estudios para cumplir con sus metas profesionales. Sin embargo, Laura no se quedó atrás. A sus 66 años de edad y pese a su andar pausado, sus ganas de seguir estudiando son un gran ejemplo para jóvenes y adultos.
“Mi principal motivación siempre fue inspirar a mis nietos y a los más jóvenes, a postular a la universidad. Nunca es demasiado tarde para estudiar», comentó.